Santa Cruz primará a partir de ahora a los menores que se encuentren en una situación de vulnerabilidad social en su acceso a las escuelas infantiles que gestiona el ayuntamiento, según se recoge en la nueva ordenanza reguladora del servicio que publicó ayer el BOP.

En concreto, la nueva ordenanza dispensa de alguno de los requisitos generales (empadronamiento) a los solicitantes de plaza en escuelas infantiles que acrediten una situación de violencia de género mediante presentación de sentencia condenatoria, resolución judicial de medidas cautelares, orden de protección vigente o certificado de víctima.

De igual forma, la normativa concede la potestad a la Administración municipal "de oficio, y atendiendo al interés del niño o niña para resolver el acceso directo en los casos de existencia de medida protectora de declaración de riesgo o procedimientos de dicha índole".

La norma refuerza la cualificación del personal, al exigir formación en higiene alimentaria

El concejal de Atención Social, Óscar García, explicó que "la nueva ordenanza recoge en buena medida las sugerencias de usuarios y demandantes del servicio, actualizando y mejorando la normativa anterior, de junio de 2015, y favoreciendo a los menores en situación vulnerable".

"Además, reforzamos la cualificación del personal, al exigir a partir de ahora certificación de formación en materia de higiene de alimentos", dijo.

Santa Cruz cuenta con dos escuelas infantiles públicas: Tara, en Añaza, y Faina, en Ofra, que ofertan setenta plazas cada una para niños con edades comprendidas hasta los tres años.