El Cabildo de Tenerife ha presentado este miércoles el nuevo Plan de Cooperación Municipal cuya ejecución pasa de cuatro a tres años --entre 2018 y 2020-- y con una inversión prevista de 48 millones de euros y más de una treintena de obras de saneamiento y depuración en todos los municipios de la isla.

Los detalles del plan han sido expuestos por el presidente del Cabildo, Carlos Alonso, y el vicepresidente, Aurelio Abreu, quienes han abierto la posibilidad a que los fondos se incrementen en un 25 por ciento si hay disponibilidad presupuestaria de la corporación.

En total, el Cabildo aportará 38,1 millones y los ayuntamientos casi 9,9 millones, destacando que los más poblados, como Arona, Santa Cruz de Tenerife, y La Laguna, aportarán el 50 por ciento de cada proyecto.

Para dar mayor agilidad a la tramitación, cada proyecto contará con su propio expediente, y la intención del Cabildo es empezar la redacción de proyectos a final de año --tiene una partida prevista de 2,8 millones-- para que las licitaciones culminen a finales del primer trimestre de 2018.

Alonso ha comentado que la selección de proyectos y el reparto de fondos se ha realizado con "criterios técnicos y no políticos", y por consenso con todos los ayuntamientos, resaltando que aparte de este inversión, hay otras por valor de 38 millones vinculadas a obras hidráulicas.

Además, ha destacado que en los últimos veinte años se han invertido unos 200 millones en depuración y saneamiento en la isla --130 del Cabildo--, si bien no ha ocultado que "queda mucho por hacer" porque el 40 por ciento de las aguas negras que se generan van al subsuelo.

"INVERTIR EN TUBERÍAS NO DA VOTOS Y PONER UNA TASA LOS QUITA"

"Invertir en tuberías no da votos y poner una tasa los quita, pero hay que ser responsables", ha señalado, pidiendo que la mejora del saneamiento de la isla es un "esfuerzo de todos" y los ayuntamientos deben tener ordenanzas de alcantarillado y saneamiento.

Por su parte, Abreu ha agradecido el "ejercicio de responsabilidad" de los ayuntamientos por decidir que el 100 por cien de los fondos se destinen al saneamiento, y ha apuntado que las necesidades inversoras de la isla para resolver los problemas ascienden a unos 1.000 millones, de los que 400 deben ser cubiertos por administraciones supramunicipales.