El director de Movilidad y Fomento del Cabildo de Tenerife, Miguel Becerra, asegura a EL DÍA que el primer estudio básico de alternativas para el carril bus-VAO de la autopista del Norte (TF-5) estará terminado en 2018, "ya que el compromiso de la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias es encargarlo este mismo año".

"Una vez se conozca ese estudio de alternativas, podrá iniciarse el trámite de la declaración de impacto medioambiental y el trámite de las expropiaciones, que podrían solaparse con la redacción del proyecto constructivo", explica el director insular.

Becerra confía en que antes de que termine el mandato ya esté el proyecto redactado y, en el mejor de los casos, "las obras licitadas". La construcción del anhelado carril bus-VAO en la TF-5, llamado a reducir los habituales atascos en la autopista, será un objetivo del próximo mandato, que empezará a mediados de 2019.

"Hemos trasladado a la Consejería de Obras Públicas que el carril bus-VAO es una prioridad. Y que los estudios previos que hemos realizado indican que es la alternativa más idónea para evitar la congestión de la TF-5. El Gobierno de Canarias comparte esta opinión y su compromiso es encargar el estudio técnico de trazado y alternativas a la mayor brevedad", detalla Becerra.

En la actualidad solo existe un documento técnico básico de la propuesta de desdoblamiento de la TF-5 de cuatro a seis carriles, que sólo servirá para "ajustar el futuro carril bus-VAO a la misma sección de vía, aunque no con tres carriles por cada lado, sino con dos en sentido Santa Cruz, dos carriles bus-VAO y dos en sentido Norte".

A falta de estudios técnicos posteriores, la apuesta inicial del Cabildo de Tenerife es la creación de dos carriles centrales reversibles, como los que existen en la carretera de La Coruña (A-6) en Madrid.

"Ese sistema se aplica en Madrid y funciona, ya que permitiría que a primera hora de la mañana tuviéramos cuatro carriles de entrada al área metropolitana, y por la tarde cuatro carriles de salida, en dirección norte", detalla Becerra.

Los dos carriles centrales estarían separados por medianas y tendrían menos enlaces de entrada para ofrecer una mayor fluidez de tráfico. La idea inicial es que al carril bus-VAO se puedan incorporar vehículos en tres puntos estratégicos: La Orotava; entre Santa Úrsula y La Victoria, y entre El Sauzal y Tacoronte.

Sin embargo, Becerra subraya que "aunque tenemos claro que el tráfico del carril bus-VAO debe estar separado del resto de carriles, serán los técnicos los que decidan al final, ya que estos sistemas evolucionan mucho y habrá que analizar alternativas que se desarrollan en la actualidad todo el mundo".