El Cabildo ha planificado una inversión plurianual para construir la primera fase del Circuito de Motor, valorado en un coste aproximado de entre 13 y 15 millones, y para ello incluirá una partida de unos 5 millones en el presupuesto de 2018.

Así lo explicó el presidente de la corporación insular, Carlos Alonso, en un encuentro con medios de comunicación, en el que dejó claro que el proyecto "se va a hacer" y siguen "empeñados" en que la isla disponga de un circuito de velocidad pese a su histórico retraso.

La programación en la que trabaja el Cabildo es que las obras se puedan licitar en marzo a través de un concurso de obra pública, los trabajos empiecen en verano y la ejecución tarde unos dos años y medio, de tal forma que el circuito, de forma provisional, pueda estar en funcionamiento a finales de 2020.

La parte técnica del proyecto se le encomendará a Gestur para ganar agilidad

La parte técnica de actualización del proyecto se encomiendará a Gestur para ganar agilidad, y se utilizará la Ley del Suelo para definir los usos complementarios, aspectos claves para captar inversores que se encarguen de la segunda fase.

Alonso reconoció que el modelo elegido en 2013 era "frágil", hasta el punto de que solo una empresa, Onda Rossa, se presentó a la concesión, y finalmente, no pudo hacer frente a los costes del proyecto, medida por la cual, el Cabildo va a plantear una demanda judicial en la que reclamará daños y perjuicios, aún sin cuantificar. Comentó que se ha optado por un nuevo sistema en el que el Cabildo acomete la primera fase con recursos propios y, luego, se buscaría un concesionario para explotar el circuito.