El presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, descartó ayer por completo que la Corporación insular tome una decisión sobre la circunvalación de La Laguna al menos en los próximos cuatro o cinco años, hasta ver si es necesaria esa vía para resolver los problemas de tráfico una vez estén en marcha las obras previstas.

Esta posición del presidente se produce dos días después de que el vicepresidente primero, Aurelio Abreu, actuando como presidente accidental de la corporación, considerara que no se puede seguir esperando para tomar una decisión sobre el paso de la TF-5 por La Laguna, sea la circunvalación o el soterramiento de la autopista a su paso por la ciudad.

Alonso afirmó que la suya es la posición del Cabildo, acordada el año pasado con el respaldo de CC, PSOE y PP, que consiste en concluir las obras ya previstas y las medidas adicionales para reducir el tráfico y fomentar el transporte público, para ver si dan resultado antes de considerar si la vía exterior es necesaria.

"Esa es la posición del Cabildo de la que no nos vamos a mover", por mucho que presionen los empresarios de la construcción y el presidente de Fepeco, Óscar Izquierdo, agregó Carlos Alonso.

Los constructores defienden sus intereses, "que es que se les contraten obras", explicó el presidente.