El pleno del Cabildo de Tenerife ha aprobado hoy una moción en la que se pide al Gobierno regional que trabaje para conseguir una excepcionalidad de manera que el archipiélago pueda mantener sus actuales relaciones con el Reino Unido cuando ese país abandone la Unión Europea (Brexit).

La moción, en la que se propone que se mantenga la libertad de tránsito y de mercancías entre el Reino Unido y Canarias, fue apoyada por CC y PSOE y contó con la oposición de Podemos y la abstención del PP.

"Se le debería haber ocurrido al Gobierno de Canarias", pero ha sido una idea del presidente del Cabildo, Carlos Alonso, y es "oportuna, creativa y oportunista en el mejor de los sentidos", dijo el consejero de Turismo, Alberto Bernabé (CC).

El representante de CC dijo que hay incertidumbre sobre las consecuencias negativas del Brexit en cuanto a inversiones, comercio, turismo, sector inmobiliario y sector agrario, pero aseguró que en todo caso serán "sobrecogedoras", en particular para Tenerife, que recibe dos millones de turistas británicos al año y cuyos ingresos turísticos dependen en un 36% de ese mercado.

Se trata de abrir una puerta a la negociación con la Unión Europea o con los interlocutores que haga falta para conseguir una excepcionalidad para Canarias y en general para las regiones ultraperiféricas, dijo Bernabé.

El diputado de Podemos Julio Concepción justificó el voto en contra porque CC trata de disfrazar de intereses generales los intereses de la patronal hotelera y que los costes sociales los paguen las clases populares y reprochó a Bernabé que con esta moción pretenda perseverar en un modelo desarrollista.

Sebastián Ledesma, del PP, justificó la abstención de su grupo porque "por pedir que no quede", pero consideró que la idea de excluir a Canarias del Brexit es "una ocurrencia del presidente del Cabildo" improvisada y sin estudios previos que tiene muchas complicaciones desde el punto de vista jurídico.

María Mesa, del PSOE, consideró necesario y oportuno que se plantee esta excepción para Canarias, que vive de la actividad turística y por tanto precisa de fórmulas especiales ante los efectos del Brexit.