El problema del exceso de flúor en el agua destinada al consumo humano se ha estancado en el norte de la Isla, donde las restricciones que impone Salud Pública se mantienen sin grandes cambios en ocho municipios de la comarca desde hace al menos tres años. El problema se atacó con decisión en 2013 y 2014, cuando se acabó con las restricciones en Tacoronte, La Guancha, Los Silos o Garachico, y las zonas afectadas y la gravedad de las restricciones se redujeron notablemente en otras localidades. Entre 2015 y 2017, esa progresión se ha frenado y, pese a algunas obras y ligeras mejorías, el flúor continúa siendo un problema real en El Sauzal, La Victoria, La Matanza, Santa Úrsula, San Juan de la Rambla, Icod de los Vinos, El Tanque y Buenavista del Norte.

Solo La Laguna ha conseguido desaparecer en el último año de la lista de restricciones de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias por exceso de fluoruro en el agua. Lo logró el pasado mes de mayo.

Se continúan ejecutando obras, pero aún sin efectos directos en las restricciones. A finales de octubre, el Cabildo anunció la finalización del acondicionamiento de diversas tomas de agua y de los depósitos de Casablanca y Tosca de Ana María, en Santa Úrsula, cuyo principal objetivo era acabar con el exceso de flúor. Se esperaba que con la realización de estos trabajos se redujeran los niveles para poder acabar con las restricciones en algunas zonas de Pino Alto y La Corujera. Casi dos meses después, Salud Pública aún desaconseja el consumo de agua del grifo a menores de 8 años en La Tosquita, Pino Alto, La Corujera y La Corujera Alta.

En toda La Matanza se desaconseja que los menores de 8 años consuman agua del grifo y alimentos cocinados o preparados con ella. También en varias zonas de El Sauzal (Ravelo, Montillo, La Baranda, La Costa y parte del casco); La Victoria (La Vera-Carril y La Resbala), y Santa Úrsula.

La Junta General del Consejo Insular de Aguas de Tenerife (CIATF) acordó a principios del pasado mes de noviembre emprender diversas medidas para optimizar la calidad del agua de abasto en la Isla, entre ellas actuaciones para reducir el flúor en Acentejo. Este lunes día 18, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de La Matanza, se presentarán las actuaciones hidráulicas que se llevarán a cabo para "mejorar la calidad y aumentar las fuentes de suministro del agua de consumo humano y de riego en la comarca de Acentejo, concretamente en El Sauzal, La Victoria y La Matanza". Unas actuaciones que, según informa el Cabildo, "permitirán eliminar las actuales restricciones de consumo de agua".

Buenavista del Norte solicitó a finales de abril de 2016 el fin de todas las restricciones, pero Salud Pública aún las mantiene para los menores de 8 años de edad en zonas del casco, La Cuesta, Las Canteras, Triana y Rincón. El uso de la desaladora del campo de golf para abastecer al municipio sigue sin concretarse, pese a que es una demanda de 2013.

En el último año, El Tanque sí ha logrado eliminar las restricciones en los núcleos de Erjos y Ruigómez, pero continúan para toda la población en la zona de San José de Los Llanos. El Tanque y La Victoria son las dos únicas localidades que tienen centrado el problema en una única zona de abastecimiento.

En la localidad de Icod de los Vinos, nadie debe beber agua del grifo en la zona de La Florida, donde se mantiene la restricción para toda la población. También se aplica para los menores de 8 años en zonas del casco, San Felipe, San Marcos o Campino.

En San Juan de la Rambla, el problema afecta solo a los menores de 8 años en San José, La Vera, Las Rosas, Los Quevedos, El Rosario, Lomo Guanche, Fuente del Bardo y La Pascuala.

El problema del flúor es, a finales de 2017, algo prácticamente exclusivo del Norte de Tenerife, aunque Salud Pública también mantiene restricciones para menores de 8 años en núcleos de Mogán y San Bartolomé de Tirajana, en Gran Canaria.

Además, existe otra restricción parcial en el consumo de agua de la red pública por un exceso de nitrato, decretada por la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias, que sigue vigente en el Puerto de la Cruz, al menos desde 2007.

Esta restricción afecta únicamente a mujeres embarazadas y bebés menores de tres meses en la zona del casco urbano, el barrio de Punta Brava y la urbanización Guacimara, donde esta parte de la población no debe beber agua del grifo ni usarla para preparar alimentos.

El exceso de nitratos tiene su origen en la contaminación de acuíferos de la zona baja del Valle de La Orotava por el uso de nitratos en la agricultura.