Los controles de tráfico sirven para detectar los comportamientos irresponsables de algunos conductores y en los últimos años los agentes se enfrentan a los retos generados por las nuevas tecnologías y las redes sociales. Algunos grupos de whatsapp sirven a algunos para intentar evitarlos. Y, además, proliferan aplicaciones informáticas para saber dónde se llevan a cabo. Pero con esas conductas pierden la sociedad y la seguridad vial, puesto que quien intenta eludir un dispositivo de este tipo es aquel que no está en condiciones de conducir. En la noche del jueves, la Unidad Operativa 5 de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife llevó a cabo un control en la calle Pedro Suárez Hernández, cerca del Conservatorio. La medida se enmarca en los controles solicitados por la Dirección General de Tráfico y que se hicieron durante toda la semana pasada.

Un agente selecciona a los conductores que deben pararse. Inicialmente se les toma una muestra "indiciaria" para saber si ha consumido alcohol o no. En caso afirmativo, ese conductor se traslada a un furgón de Atestados, donde, con un margen de 10 minutos, se le realizan dos pruebas. La válida será la más favorable al ciudadano. A partir de 0,25 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, habrá sanción administrativa; y, desde los 0,60, existe delito.

Uno de los primeros conductores en ser parados, llamado Omar, afirmó que, "si no has bebido, no hay temor". Cree necesarios estos controles, "sobre todo en estas fechas, con las fiestas y las cenas de empresa". Durante el operativo, solo se interceptó a un conductor con exceso de alcohol, que será sancionado por dar una tasa de 0,30.

El subinspector Moreno señala que "todavía no hay mucha conciencia sobre los controles de droga". En estos supuestos hay una diferencia importante con los de alcoholemia, pues no hay graduaciones. O se da positivo o negativo, no hay más. En el control del pasado jueves por la noche se detectó a un conductor que dio positivo al consumo de cannabis y anfetaminas. Deberá pagar una multa de 1.000 euros y perderá seis puntos del carné. La sustancia estupefaciente más extendida es el cannabis, seguida de la cocaína. Moreno alerta de que en esta semana se detectó a un conductor profesional (taxista) bajo la influencia de anfetaminas. En los "narcotest" se hace una primera prueba en otro de los furgones de Atestados. En caso de que sea positiva, la muestra de saliva se envía a un laboratorio para confirmar su validez, que se produce en un 99% de las situaciones.

Otro hombre fue sancionado por circular con un permiso de circulación que caducó en 2012. Tuvo que llamar a un compañero de trabajo para que se llevara su vehículo.

Hasta el pasado jueves, en las muestras tomadas en el centro de la ciudad no se detectó el consumo de alcohol o drogas entre conductores. En cambio, en algunos barrios, como El Sobradillo, Ofra o La Salud sí se apreció la presencia de estupefacientes y la falta de permisos de circulación en algunos conductores entre semana. En los tres primeros días de controles en la capital, hubo cuatro positivos por estupefacientes (tres en cannabis y uno por anfetamina), una alcoholemia administrativa y dos conductores sin carné. En el dispositivo realizado frente al Conservatorio se paró a dos jóvenes en un Ford Focus tuneado. El conductor llevaba un gorro de Papá Noel en la cabeza. No portaba documentación alguna, ni DNI ni carné de conducir, porque se los dejó en su casa por la mañana. Su nombre es Arturo y vive en Radazul. Se le hicieron las pruebas de alcoholemia y drogas. Ambas dieron negativas. El subinspector Moreno interviene y se le permite que contacte con su madre para que le envíe, a través de whatsapp, fotos de dicha documentación. Gracias al buen talante del mando, el proceso fue satisfactorio y Arturo pudo continuar su marcha sin problema alguno. En el mundo del "tunning" su Focus es conocido como "La Perla". A todos los vehículos se les hace una foto de la matrícula con un escáner. Dicho instrumento se parece mucho a un móvil, pero no lo es. A partir de esa imagen y la consulta con la base de datos de Tráfico, el policía local que lo utiliza sabe al instante todos los datos del automóvil, como, por ejemplo, si tiene seguro o si ha pasado la ITV. La tecnología también juega a favor.