El portavoz del grupo de Sí se puede en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Pedro Fernández Arcila, ha afirmado hoy que la corporación favorece la dispersión del rabo de gato al intentar eliminarlo con desbrozadoras y sopladoras, que son ineficaces ante esta especie exótica invasora.

En un comunicado Fernández Arcila recuerda que el rabo de gato está incluido en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras y su alta capacidad de propagación ha llevado a que ocupe en Canarias más superficie que algunas formaciones vegetales isleñas endémicas, como los palmerales de palmera canaria.

El edil de Sí se puede tiene previsto preguntar al concejal de Medioambiente, Carlos Correa, en la Comisión de Control del jueves, cuál es la formación que se le está dando a los trabajadores encargados de eliminar el rabo de gato.

Además, el concejal pide detalle sobre las medidas de vigilancia y control que está implementando el equipo de gobierno para que las concesionarias y el personal contratado por convenio adecúen sus actuaciones al Decreto de especies invasoras y a las instrucciones que deriven del Orden 13 de junio de 2014, en el que se establece un procedimiento determinado para el caso.

Igualmente, el portavoz de Sí se puede pregunta al responsable de Medioambiente cuál es el servicio administrativo y técnico del Ayuntamiento responsable de poner en marcha estas medidas de vigilancia y control.

Arcila destaca que distintos operarios, pertenecientes a la plantilla de empresas concesionarias o personal contratado por convenio, se están haciendo cargo de la eliminación de vegetación en distintos lugares del municipio, principalmente en el Distrito Suroeste y en los barrancos del sur de la Reserva de la Biosfera de Anaga: Valleseco, María Jiménez, Tahodio y San Andrés.

Estas operaciones se llevan a cabo mediante máquinas desbrozadoras y sopladoras sin tener en cuenta la presencia de esta especie invasora, que requiere otro tipo de tratamiento para que su erradicación sea eficaz.

El concejal de Sí se puede señala que al favorecer la dispersión las semillas, esta forma de intervención está provocando la propagación de esta especie invasora, de forma que se agrava el problema que ya tiene la isla por la importante presencia del rabo de gato.