El presidente de la Asociación de Cetáceos del Sur de Tenerife (ACEST), Higinio Guerra, compareció ayer en el Cabildo para enunciar los problema a los que se enfrenta un sector que, tal y como afirmó, "cuenta con un gran intrusismo, que se traduce en más de 60 embarcaciones ilegales dedicadas al avistamiento de estas especies".

En este sentido, remarcó que estas superan a las embarcaciones legales, que rondan las 54, y apuntó que, a pesar de que las sanciones son duras, de 6.000 a 60.000 euros, "la mayoría no llegan a buen puerto".

El vicepresidente y consejero insular de Turismo, Alberto Bernabé, valoró el trabajo que se está llevando a cabo con las Cartas de Calidad y las banderas azules, así como la importancia de que todas las empresas implicadas se comprometan a alcanzar un equilibrio entre negocio y conservación.

"Somos unos privilegiados por las condiciones que tenemos como isla, y también unos pioneros en regular este ámbito que generó 724.000 turistas en 2017. Ahora tenemos que seguir reuniéndonos con ACEST y eliminar el intrusismo", señaló el consejero delegado de Turismo, Vicente Dorta.

Al respecto, el presidente de la organización solicitó a las administraciones un estudio de carga de la zona y una segunda reunión.