El Cabildo de Tenerife da por controlado el incendio en Granadilla, que empezó el domingo por la noche la zona alta del municipio, concretamente en Madre del Agua y el Paisaje Lunar, con unas 380 hectáreas afectadas de pino y matorral, principalmente, más una especie de sauces.
Los detalles del dispositivo han sido expuestos en rueda de prensa por el presidente del Cabildo, Carlos Alonso; el consejero de Medio Ambiente, José Antonio Valbuena; el jefe se servicio de Gestión Forestal, Buenaventura Machado, y el director de extinción de incendios forestales, José María Sánchez.
Tanto Machado como Sánchez han insistido, según informa Euroa Press, en que se ha trabajado en medio de "condiciones feas" debido a que el incendio afectó a una zona muy alejada de las vías de comunicación y con viento caliente y muy seco, y baja humedad.
Además, no se trataba de un frente homogéneo y en muchas zonas del perímetro, de casi 10 kilómetros, se ha tenido que actuar de manera manual y sin agua, porque no se podían hacer tendidos de manguera, aparte de que no había seguridad para los medios aéreos.
Sánchez ha comentado también que la "turbulencia de los vientos" ha permitido que el incendio se propague con rapidez hacia la cumbre pese a no estar en pleno verano, y que se ha trabajado con pendientes de hasta un 40 por ciento. De hecho, las brigadas han tenido que caminar hasta unas dos horas para poder llegar al frente.
Valbuena, por su parte, ha comentado que se ha tratado de un incendio "atípico" por la época y las condiciones climatológicas en que se ha producido, aparte de que la orografía "fue el gran problema".
EL ORIGEN ES HUMANO
En cuanto al origen del fuego, el consejero ha comentado que es "evidente" que ha habido un factor humano dado que no ha resgistrado ningún fenómeno natural en la zona, pero el asunto está en fase de investigación para conocer si fue accidental o intencionado, si bien solo ha habido un foco.
El incendio ha llegado a afectar a unas 10 hectáreas del Parque Nacional del Teide, y el Cabildo ha anunciado que los senderos que cruzan la zona afectada estarán cerrados hasta que se extinga definitivamente el fuego y se acometen los trabajos de rehabilitación.
Alonso ha agradecido el esfuerzo y la coordinación de todo el dispositivo, que ha estado conformado principalmente por las brigadas forestales del Cabildo, efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y miembros de los equipos Presa del Cabildo de Gran Canaria, que han sido vitales para dar "refresco" a los equipos sobre el terreno.
Numerosas dificultades
El viento, la humedad y la dificultad de acceso fueron los principales condicionantes del incendio de Granadilla. José María Sánchez, miembro de la Brigada Forestal (Brifor) destacó que lo alejada que se encuentra la zona donde se produjo el inicio del fuego fue uno de los condicionantes que dificultó el trabajo de extinción y control. “No hay forma de acceder con un vehículo, ni con un tendido de manguera”, añadió, por lo que operativos tuvieron que tratarlo de forma manual.
Asimismo, indicó que el viento en la cumbre llegó a alcanzar más de 70 km/h y dificultó el trabajo de los medios aéreos, a lo que había que añadir la baja humedad relativa del aire. Con estas condiciones, añadió, se tiene “el motor que hace falta para que el incendio se propague”.
Por su parte, el consejero insular José Antonio Valbuena destacó la orografía del terreno como el principal problema del incendio, que fue “bastante complicado desde el punto de vista operativo” y que se empezará a evaluar para analizar el efecto que tuvo y las posibles mejoras para futuros casos. Señaló, también, que el régimen de uso de los senderos y zonas recreativas que pasan por donde tuvo lugar el incendio “va a quedar muy afectado”, aunque se irá tratando para devolver a la normalidad el uso de esos espacios naturales.
El presidente Carlos Alonso aseguró que “de todos los incendios se aprende algo” y, en este caso, insistió en que se puede realizar una mejora en los medios de efectivos que se tienen fuera de temporada estricta de alerta.