El vicepresidente y consejero de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Canarias, Pablo Rodríguez, firmó ayer, tras la demanda realizada el día anterior por el presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, la orden para iniciar el expediente de contratación del servicio de redacción del proyecto de trazado y construcción del tercer carril en la autopista TF-5, entre el Aeropuerto y La Orotava, y la implantación del carril Bus-VAO entre este municipio y Santa Cruz. El proyecto cuenta con 2.828.605,31 euros.

Rodríguez destacó que "este proyecto permitirá aliviar los graves problemas de congestión del tráfico en la autopista del norte de Tenerife, mejorando la fluidez en la circulación e implantando un sistema de gestión del tráfico que favorezca un transporte más eficiente y sostenible, basado en el uso del transporte colectivo y del coche compartido, en detrimento del vehículo privado".

En este sentido, explicó que esta actuación, unida al cierre del Anillo Insular, "permitirá dar una solución a los problemas de movilidad que sufre la autopista del norte". El proyecto dotará de un tercer carril por sentido a la vía entre el aeropuerto y el municipio de La Orotava para incrementar la capacidad de la TF-5 y mejorar la fluidez del tráfico en horas punta.

Además, el nuevo sistema de gestión, denominado carril Bus-VAO por tramos, basado en tecnología ITS (Sistemas Inteligentes de Transporte), permite la reserva del carril izquierdo de la calzada para la circulación de guaguas y vehículos de alta ocupación en los momentos de mayor demanda, mientras que el resto del tiempo funciona como un carril normal.

Asimismo, el contrato de servicios para la redacción del proyecto permitirá definir las obras de ejecución de ampliación del tercer carril y contendrá, además, un estudio de implantación del carril Bus-VAO que propondrá un programa de implantación por tramos en función de la evolución del nivel de congestión de la TF-5.

Se estudiará la mejora de trazado de la TF-5, entre el punto kilométrico 20 y el 22, donde existen curvas con características de trazado no adecuadas para una vía de alta capacidad, que obligan a limitar la velocidad a 80 km/h. Esta actuación también permitirá mejorar la fluidez de la vía.