La Laguna se convirtió ayer en capital de la fe de Tenerife. En 17 horas, pasaron más de 60.000 personas ante el cuerpo de Sor María de Jesús, religiosa del convento de Santa Catalina que lleva 278 años incorrupta. Esta cifra rebasa ampliamente el anterior récord, de 40.000 personas. En esta ocasión, algunos devotos tuvieron que esperar en cola hasta cuatro horas para acceder al convento

Ante el anuncio de que se necesita un milagro para que la Siervita de Dios suba a los altares, el comentario general del público fue de sorpresa, pues no entendió cómo procesos de beatificación han sido aprobados por Roma sin tener un cuerpo y documentos firmados por médicos de la época que afirman, entre otras cosas, los milagros realizados y que "a los tres años de muerta su cuerpo estaba entero y flexible, el paladar y la lengua frescos y soltaba sangre perfumada a jazmín".