EL CABELLO DE COLOR vivo, las peludas orejas triangulares o el vestido de sirvienta son la única expresión visible de la cultura manga para aquellos que no la conocen. Cosa de "frikis", repiten de forma despectiva. Durante la Tenerife Lan Party se pudo observar el "buen rollito" generalizado entre los seguidores de la cultura oriental. Son jóvenes que leen mucho durante su tiempo de ocio. Aunque no lo sepan están realizando un aprendizaje basado en el respeto y la tolerancia, valores naturales en Japón. También aprenden a defender sus propias creencias y respetar que otros puedan discrepar.

Deseo que esos valores, como el respeto, estén más extendidos. Que ver a una persona actuar, o estar vestida de forma diferente en la calle despierte la curiosidad en lugar de la incomprensión. Si aceptamos que vivimos en un mundo plano en el que los gustos cambian cada vez más rápidamente gracias a internet, ¿por qué sólo nos sentimos cómodos con lo que a la mayoría de nuestro entorno geográfico le gusta? Si podemos tener modas que hace 10 años podrían ser descabelladas, ¿por qué no podemos apreciar mejor la diversidad de modas y costumbres que nos ofrece vivir en un mundo desarrollado?

Deseo que en lugar de dar por supuesto que todo debe ser de la forma ya establecida, podamos tener la habilidad de repensar si tiene que ser así. Cuando nos conformamos con lo conocido y repudiamos lo novedoso, estamos dejando de avanzar, porque el resto de mundo está cambiando.

Deseo que los valores de educación y respeto que estos jóvenes que acudieron a la Lan Party mostraron fueran los habituales. Deseo que los mayores puedan preguntar a los jóvenes sin miedo. Que nadie tenga miedo de mostrar sus gustos. Que todos abramos nuestras mentes.