Los representantes de las distintas administraciones que asistieron a la jornada inaugural de Fitur lanzaron claros mensajes de optimismo en línea con las previsiones de la propia Organización Mundial de Turis-mo (OMT).

Así, palabras como reactivación, evolución, crecimiento o mejoría fueron una constante que no paró de resonar en los más de 75.000 metros cuadrados de recinto expositivo, en los que la inmensa familia turística internacional, representada en Madrid por más de 10.500 empresas procedentes de 166 países, se puso ayer sus mejores galas y exhibió su mejor sonrisa en el pistoletazo de salida del primer gran foro internacional del turismo del año, que aspira a convertirse en el punto final de la crisis.

Detrás de este amplio repertorio de consignas, las apretadas agendas de los representantes públicos y privados de este sector que, a tenor de los acontecimientos, bien podría calificarse como la industria de la esperanza, confirmaron el objetivo de convertir esta feria en la de la consolidación de la recuperación.

El secretario general del área, Joan Mesquida, afirmó que el turismo "fue el último en sufrir la crisis y será el primero en salir del bache".