Hace unas semanas publicamos en la sección de Canarias la denuncia de un sindicato educativo quejándose de la tramitación de becas por parte de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Laguna, una situación, presunta, que podría causar importantes problemas a los alumnos becados. Uno de estos se dirigió ayer a este periódico no ya para quejarse de esta situación, sino para poner en conocimiento público cómo debe sobrevivir un alumno que recibe estas ayudas y lo tarde que se perciben.

Impertinencia policial

Ayer, sobre las 12:45 horas, tras registrarse una avería en las dos líneas del tranvía, la rotonda del Hospital Universitario, enlace de máxima afluencia de vehículos, sobre todo a esa hora, registró retenciones de más de media hora. Es cierto que los conductores, que no entendían qué pasaba, se pusieron nerviosos, pero es inaceptable que algún encargado de gestionar el caos (Policía Local de La Laguna) respondiera con malos modos a los afectados.

Con sus padres en paro

La queja del alumno explica con detalle cómo recibió respuesta de que su beca había sido resuelta favorablemente hace al menos un mes. Lo lógico es que, por tanto, una vez reconocido el derecho, no se demorara excesivamente. Sin embargo, no es así. Podría tener que esperar hasta mayo mientras se cumplen otros requisitos. Entre tanto, "tenemos que subsanar el transporte, materiales y comidas, entre otras muchas cosas". Sus padres están en paro. Ambos.

Un quiosco poco amable

Un visitante de fuera de la Isla se quejó ayer a este periódico por la mala atención a la que fue sometido por parte de un bar situado en el centro de Santa Cruz de Tenerife. En concreto, en el quiosco de la plaza de Weyler de la capital tinerfeña. Al parecer, y según cuenta, se acercó a pedir un simple vaso de agua. A lo que uno de los miembros del personal le respondió invitándole a comprar una botella o de lo contrario, a abandonar el establecimiento.