SE ACERCA el final del año y conviene repasar algunas de las ideas que hemos expuesto con reiteración durante los últimos meses. Sabemos que a veces hemos abusado del lector, pero nos hierve la sangre ante la inacción de los políticos, sobre todo la de aquellos que cínicamente se hacen llamar nacionalistas, para exigir que Canarias deje de ser una colonia, torticeramente disfrazada de comunidad autónoma, para convertirse en una nación con su Estado y ocupar de inmediato el lugar que le corresponde en los foros internacionales.

PUBLICÁBAMOS en marzo de este año unos datos a la vez reveladores y estremecedores: el índice de miseria en la colonia Canarias es casi el triple de la media europea y más de un 50 por ciento superior al del Estado colonial español. La tasa de paro del 30 por ciento que sufre la colonia Canarias es la mayor de todo el Estado colonial español. La "provincia" de Las Palmas, con el 31,68 por ciento de desempleo, es la que tiene más paro de todo el Estado. En cuanto al paro juvenil canario, superior al 60 por ciento, también es el mayor de toda España, aunque nosotros nunca admitiremos que Canarias sea España y de España. La situación de paro en Canarias es mucho peor que en los países del norte de África. El índice de Canarias es superior al de Marruecos (10%), Argelia (10%), Egipto (9,7%), Omán (15%), Siria (15%) y similar al de Libia (30%). La situación en la colonia Canarias es solo ligeramente mejor que la de Túnez (35%) y peor en paro juvenil (Túnez tiene el 60% de paro juvenil).

ESTOS datos los dábamos a conocer, como decimos, en marzo de este año, antes de que se celebraran unas elecciones autonómicas y municipales que perdió un político necio, torpe, ignorante y déspota, aunque maniobrero, ya que al final se hizo con el poder. Desde entonces la situación no ha hecho sino empeorar. Seguimos a la cabeza del paro europeo, seguimos con las colas del hambre y, lo que es peor, seguimos siendo una colonia española -casi seis siglos de sometimiento y rapiña- porque los políticos que se hacen llamar nacionalistas, entre ellos el gran déspota -que es el primer culpable de esto-, no se han atrevido a pedir la independencia en Madrid. Todo lo contrario: se han limitado a adular a sus amos españoles para que les suelten unas migajas. Luego han vuelto a Canarias diciendo que han conseguido esto y aquello, pero en realidad sus logros son de risa o nulos. Los españoles les toman el pelo apenas llegan a los aeropuertos peninsulares. Se ríen de ellos. Los miran como seres raros, igual que miraban a los procuradores del Sahara en las Cortes del caudillo. De la señora Oramas se han carcajeado mucho los diputados españoles en los últimos meses. Incluso la han despreciado por su apoyo a Zapatero, felizmente desaparecido como presidente del Gobierno de España. En Zapatero no ha creído nunca nadie; ni dentro, ni mucho menos fuera de España. Al único que ha logrado engañar el expresidente español es a Paulino Rivero con un plan de inversiones de 25.000 millones de euros y unas aguas pretendidamente españolas y ahora canarias, cuando todo el mundo sabe que son de Marruecos porque mientras este Archipiélago no sea un Estado, las leyes internacionales se las confieren al reino alauita.

A PAULINO Rivero lo engañan en Madrid y donde sea porque es un político torpe y necio que piensa que todos son tan ineptos como él. Es tan simplón, que hasta pensó que podía embaucar a José Rodríguez presentando esas aguas que Zapatero le dio en cestas como uno de sus grandes triunfos. Como el editor de EL DÍA no se dejó timar, le declaró la guerra. Le negó las licencias necesarias para que siguiera emitiendo la emisora más benemérita de Tenerife, y aun de Canarias, y luego, en el colmo del cinismo político, manifestó en el Parlamento regional y en un medio de comunicación que José Rodríguez lo había chantajeado para que amañara el concurso de adjudicación de esas licencias. Una calumnia por la que ya ha sido denunciado el presidente más nefasto que han tenido estas Islas.

DECÍAMOS en nuestro comentario del sábado que estas están siendo unas Navidades muy tristes por culpa de la pareja de déspotas políticos que nos gobierna. Muy tristes especialmente para los muchos canarios que no han podido celebrar la Nochebuena y el día de Navidad en sus casas comiendo con sus familias, porque han tenido que ir a los comedores colectivos donde les dan el sustento diario; el plato de comida al que ellos no pueden acceder por sus propios medios. Qué sarcasmo, qué injusticia, qué inmoralidad el que muchos de nuestros compatriotas estén en esta situación de penuria cuando, de ser independientes, de ser un país libre y con capacidad para administrar por sí mismo sus propios recursos, viviríamos como los habitantes de las naciones más ricas del planeta. ¿Hace falta que volvamos a decir quién es el máximo responsable de tantas calamidades?

DICEN que nos espera un año 2012 todavía más duro que el actual, ya próximo a su fin. Esperemos que se equivoquen quienes realizan tales vaticinios, aunque tampoco podemos engañarnos: para Canarias todos los años serán malos, y cada vez peores, mientras no seamos una nación independiente y con su Estado. Mientras los españoles sigan esquilmando nuestros recursos, solo tenemos por delante paro, miseria, hambre y enfermedades, aunque ninguna de estas calamidades parece que les importar al déspota político y sus secuaces de CC.

TRAS las Navidades, y después de un breve paréntesis de actividad porque en este país se trabaja poco, llegarán los Carnavales. Desde ahora nos vemos en la triste obligación de comunicarles a nuestros lectores que EL DÍA no puede colaborar este año con la elección de la reina del Carnaval. No lo hará porque ya vaticinamos cuál será el resultado, después de que un periódico, amparado y subvencionado por el Gobierno regional y la cúpula de Coalición Canaria (Melchior, Oramas, Bermúdez, Barragán, Clavijo y González Ortiz, entre otros), haya decidido presentar una candidata. Da igual cual sea el diseño del traje de esa reina: llevará premio porque las presiones serán muy fuertes. En esas condiciones no queremos competir. Durante varios años seguidos, la candidata de EL DÍA ha sido elegida reina del Carnaval. Cuando la situación vuelva a ser la que era, es decir, una situación de equidad y justicia para todos, volveremos a este certamen. No merece la pena que nos expongamos a que haya "acercamientos" para quitarle el premio a EL DÍA que, como acabamos de recordar, lo ha obtenido durante varios años seguidos.

SIN embargo, esto es un mal menor. Lo que realmente lamentamos en estos momentos es que, por culpa de un déspota, los canarios estén tan mal. Paulino Rivero ha contribuido a perpetuar la dependencia colonial del Archipiélago. Una situación en la que Tenerife se lleva la peor parte. Ya no sabe ni dónde está Tenerife, ni si Tenerife existe. Tanto él como su esposa desprecian a Tenerife. Lamentamos, como decíamos al principio de este editorial, tener que ocuparnos en estos días de Navidad de lo mal que está nuestra tierra. Sin embargo, no podemos ocultar la realidad; no podemos ocultar que Canarias va a pasar una navidad triste por culpa de la pareja rumana; de la pareja que se ha creído que es dueña de vida y haciendas canarias. Del enano político y del ave exótica con peineta.