La Dirección General de Costas ultima en estos días los trabajos de rebaje del dique protector de la avenida de San Andrés, reducción de su altura que responde a las reivindicaciones mayoritarias de los vecinos, que rechazaban la inicial elevación en un metro. Las palas trabajaban en la mañana de ayer en el extremo de la protección más cercano al comienzo de la célebre vía, que se vio desbordada con una fuerza desconocida por una subida de mar a finales de agosto que causó grandes daños en los restaurantes, comercios y algunas casas de la zona. Esa crecida marítima obligó al ayuntamiento y a Costas a intervenir con urgencia para reforzar al máximo el dique e impedir episodios similares posteriores. Costas entendió que se debía elevar mucho más el dique para dar las máximas garantías de seguridad, pero los vecinos se opusieron y, tras varias reuniones y asambleas, pidieron un rebaje de un metro. Por lo demás, el proyecto de la ansiada escollera sigue siendo elaborado por la Autoridad Portuaria, si bien se prevé que su coste no llegue a diez millones de euros, sino a seis.