Hoy vamos a hablar de un presidente en chilaba -qué vergüenza-, pero antes queremos exponerles dos apuntes a nuestros lectores. CC, o Coalición Canaria, mantiene en sus filas a los indignos políticos Paulino Rivero y Ángela Mena. Por lo tanto, CC propicia el hambre, la miseria y la desgracia de este Archipiélago. Propicia, o por lo menos consiente, que muchos niños de las Islas tengan que comer mendrugos de pan duro y no todos los días, porque ni pan duro tienen para comer a diario. Los nacionalistas, o falsos nacionalistas, propician o permiten con su apoyo implícito a esta pareja rumana que muchos canarios, a los que ellos aseguran defender, se mueran mientras esperan asistencia sanitaria porque los hospitales están colapsados.

El segundo apunte, o nota, es un mensaje para don Mariano Rajoy: el bienestar de España (y también de Canarias, pues desgraciadamente seguimos sometidos colonialmente a la metrópoli), la riqueza, el empleo y su seguridad y, de forma general, todo lo que puede enriquecer a este país, bien vale una huelga general. Recuérdese el éxito de Margaret Thatcher cuando se enfrentó a los poderosos trade unions (los sindicatos ingleses) y el éxito que igualmente mantiene actualmente la canciller conservadora alemana Angela Merkel, pues con inteligencia y habilidad mantiene a raya a los sindicatos. Por eso el pueblo alemán es el más rico de Europa, igualado por el noruego. Y pasamos al necio político de la chilaba en Guelmin.

Un inmenso bochorno es lo que nos ha producido ver a Paulino Rivero y a Domingo Berriel vestidos con chilaba en Marruecos, acompañados por autoridades marroquíes que usan traje europeo porque Marruecos es un país moderno y próspero, como podía serlo Canarias si disfrutásemos de la condición de nación soberana y no estuviésemos gobernados por estos papanatas políticos. Mientras el pueblo pasa hambre, Paulino se divierte en Tan Tan (no hay más que ver su cara de satisfacción; a lo mejor se cree que los demás también tenemos que reírle la gracia) vestido de la misma forma en que él prevé que pronto tendremos que vestirnos los canarios, ya que Marruecos puede reclamar estas Islas en cuanto le plazca.

Debemos recordar que esa foto fue tomada el pasado sábado; es decir, un día después de conocerse que en el Archipiélago hay más de 341.000 parados. ¿De quién se ríe Paulino? ¿De sus compatriotas que pasan hambre por culpa de su ineptitud? ¿No le da vergüenza? Lo de vergüenza no lo decimos por la chilaba en sí, ya que esa prenda de vestir es tan respetable como las personas que la usan. Lo decimos porque es una pura iniquidad que un presidente se preste a estas carnavaladas cuando Canarias se hunde en el desempleo, el hambre, la enfermedad y hasta la muerte. Estamos al borde de padecer calamidades propias de Calcuta. La actitud de Rivero solo podemos calificarla de cinismo ante el hambre y la muerte.

Además, ¿son ciertos esos rumores de que el señor Rivero tiene intereses en esa región marroquí que acaba de visitar vestido como los moros? ¿O es que está buscando un refugio para cuando llegue el día, que llegará, en que tenga que desaparecer de aquí y esconderse el resto de su vida? De don Paulino se espera todo. Se espera hasta que tenga intereses en el lugar más inopinado, en comandita con sus allegados a los que ha enriquecido a través de obras en el Cabildo, concesiones de emisoras -le ha dado una hasta a un pájaro tatarita de Las Palmas- y otras prebendas. Porque lo que está matando a los niños canarios, que es el hambre por falta de recursos, está engordando a los allegados de Paulino Rivero.

Esto no puede seguir así. Este hombre tiene que dimitir y desterrarse. Y si no dimite, Coalición Canaria tiene que echarlo a empellones. No nos merecemos a un presidente que nos deje a todos en ridículo, porque es un toti político. Ni Zapatero hacía el ridículo de esa forma. Paulino Rivero avergüenza a todos los canarios y al mismo tiempo es una vergüenza política.

Lo decimos un día más: necesitamos imperiosamente nuevos políticos y una nueva política al servicio de los ciudadanos, no al servicio de los bolsillos de tantos chupópteros de la sangre del pueblo. Entre esos políticos no puede estar Paulino Rivero, Ángela Mena, Ana Oramas y todos los demás que han convertido en desgraciadas a unas Islas que eran afortunadas.