Más de mil personas se dieron cita la noche del pasado sábado en la segunda edición del Festival Benéfico El Compinche, promovido por la murga infantil Sofocados -de la que Jesús Tosco, "el Compi", fue su "alma mater"- y la adulta Rebotados, y que se celebró en la plaza de María Jiménez, en el distrito de Anaga de la capital tinerfeña. Esta cita se consolidó como el espectáculo que puso el broche final al grueso de actuaciones de los grupos del Carnaval y contó con la participación de la comparsa Cariocas, los colectivos del Norte Raviscuditos (murga infantil de Tacoronte) y Trapaseros (adulta, de Los Realejos), las infantiles de Santa Cruz Paralepípedos, Rebobinados, Rebeldes y Sofocados, así como las adultas Bambones, Diablos Locos, Triquikonas, Trabas, Zeta-Zetas, Marchilongas y Trastornados -llegados de Las Palmas-, más los cómicos Rudy y Ruymán.

Christian Pérez Sivero, presidente de Rebotados y uno de los promotores del festival, destacó la labor de los empresarios y vecinos del barrio de María Jiménez y de la calle Sabino Berthelot, que, junto al resto del público que desbordó el sábado María Jiménez, se volcó en la campaña "Un kilo o un litro de comida", el único requisito para hacerse con una entrada del acto. Pérez Siverio asegura que el festival del sábado ha sido el mayor espectáculo que se ha desarrollado hasta la fecha en el barrio, un éxito que atribuye también a la Asociación Juvenil Mencey, valedora de la unión de los jóvenes. Concluye Pérez Siverio parafraseando la canción de Celia Cruz: "El Carnaval es la vida en sí y dura toda una vida".