SE LE HA ENCOGIDO el culo a Paulino Rivero cuando su amiga Ana Oramas ha dicho, con su imprudencia legendaria, que no cree que quien ostente la presidencia del Gobierno de Canarias deba aspirar a la presidencia del partido. Ha dicho lo que media Coalición Canaria, empezando por Antonio Castro Cordobez, está pensando, pero casi nadie se atreve a largar.

Ana Oramas lo ha hecho. Porque tiene suficiente estatus en CC para atreverse. Ella está en Madrid, calentita, pisando alfombras de la Real Fábrica y ejerciendo en el Congreso de bulto -bueno, bultito- sospechoso. Y por eso no le importa hacer frases para encogerle el esfínter al señorito Rivero, que ha saltado como un saltaperico cuando escuchó la frase de la Oramas, que le pasaron puntualmente sus ayudantes. ¿Y qué mosca le picó a esta?, habrá dicho Rivero, que muñe y muñe para que los suyos le proclamen presidente en el congreso de junio. Pues como Oramas piensa, ya digo, mucha gente. Oiga, usted no lo va a acaparar todo.

Y pensar que en Cataluña se ha montado una grave polémica porque parece que Mas ha usado un helicóptero de los Mossos de Escuadra no sé para qué coño. Pues si le hacen un seguimiento a don Rivero y a su afición por esos pájaros voladores, apaga y vámonos. Es como si estuviera escribiendo un libro de Canarias desde el aire. Rivero quiere conocer su tierra mejor que nadie, pero gratis. Esas cosas hay que controlarlas ya, porque una hora de autogiro debe de valer una pasta, tal y como nos ha dejado don Rivero -entre otros- los precios de los combustibles.

Y así están las cosas, un poco paradas, si quieren. El viernes conoceremos nuevas medidas del Consejo de Ministros y no solo sobre Argentina. Ayudas para las pymes parece que llegarán, copago farmacéutico va a llegar. Y subida del IVA, que será inevitable. A lo mejor no todo para el miércoles, pero apunten esas tres medidas en sus moleskines.

Y prepárense para un inminente aumento de los impuestos en Canarias, porque las arcas isleñas están vacías; la gente no paga sus diezmos y primicias. Hay mucho sin ser satisfecho. Y no pagan porque pasan penurias. Los empresarios siguen asustados. Y la calle se mueve poco, el consumo está detenido. ¿Cuándo cambiará todo esto? Es lo mismo que si me preguntan cuándo echan a Rivero. Y yo qué sé. Solo sé que por mor de Ana Oramas, Rivero tiene el culo encogido, hablando con una metáfora, claro está, porque yo no se lo he visto; ni ganas.