Ayer decíamos en nuestro editorial que estábamos en un día triste para Canarias. Hoy escribimos del luto por el fallecimiento de estas Islas. El Archipiélago canario ha fallecido porque lo ha matado físicamente, con el hambre, el paro, las listas de espera, la emigración forzada y otros males que nos aquejan, un político inepto y torpe que, incomprensiblemente, sigue al frente del Gobierno regional. Cuánta pena sentimos al ver unas Islas afortunadas derrotadas por una inutilidad política sin que sepamos por qué coño gobierna a pesar de haber perdido las elecciones. ¿Cómo es posible que estén en el poder estos traidores a la democracia?

En Canarias están podridos los políticos, salvo unos pocos, y la actividad política. Dan mal olor. Y los que dan peor olor son los de Coalición Canaria. Incluso se comenta que la mafia política de la que hemos hablado en nuestros comentarios y editoriales se ha extendido de tal forma, que ya hay inversores "nacionalistas" en distintas partes del mundo. Es decir, están participando en distintos garitos mafiosos de todo el planeta. Desde el dinero hasta el turismo, así como otras actividades, están en la lista de los negocios especulativos que han iniciado en el extranjero algunos personajes. Beneficios empresariales que se han generado en Canarias no se están invirtiendo en las Islas, pese a que aquí hay 362.000 personas sin trabajo, sino en el extranjero. Por lo tanto, de nacionalismo nada y de oportunismo mucho. Oportunismo de unos cuantos bolsilleros que se presentaron ante el pueblo como sus salvadores, cuando lo único que buscaban era hincharse a ganar dinero. Eso clama al cielo; eso requiere el fusilamiento político de quienes practican el falso nacionalismo y de sus colegas. Por decir estas verdades persiguen a EL DÍA.

La guerra contra el periódico más leído de Canarias comenzó cuando publicamos una información, que solo cabe calificar de angelical, en la que pedíamos que se aclarara el raro asunto de México. No éramos los primeros en dar a conocer este tema (antes lo habían hecho el diario Abc de Madrid, el portal de Internet Canarileak y una emisora local), pero la señora Mena y compañía solo nos denunció a nosotros. ¿Por qué? Esa denuncia dio lugar a un juicio y a un hecho nunca visto hasta entonces en la Judicatura: una sentencia en contra de esta casa, es decir, contra José Rodríguez y contra EL DÍA, dictada en menos de veinticuatro horas. A nuestro entender, en esas pocas horas no solo no había tiempo para dictar una sentencia, sino incluso para analizar todos los detalles del caso, que eran muchos. En definitiva, fuimos condenados de forma fulminante por decir, ante la toma de posesión de Paulino Rivero como renovado presidente del Gobierno regional pese a haber perdido las elecciones, que era menester que se aclararan los papeles de México. Lo mismo que ya habían solicitado, insistimos, los dos medios de comunicación citados, amén de una emisora de Tenerife. No es extraño que se intente silenciar precisamente al periódico con más difusión en el Archipiélago, pero no podemos aceptar esa forma de proceder. Además, el asunto de México hay que aclararlo. Aunque estemos casi seguros de que no hay nada, hay que demostrarlo. Y no se ha hecho.

No obstante, más allá de lo que haya ocurrido o dejado de ocurrir en México, Paulino Rivero y su esposa no pueden seguir ocupando puestos políticos en Canarias porque su gestión nos está arruinando. El despotismo político de ambos es inaguantable. Jamás en la historia se ha visto algo parecido. No somos los únicos en afirmar este extremo. Publicábamos ayer que la Confederación Canaria de Empresarios acusa al Gobierno de Paulino Rivero de no haber realizado ninguna de las reformas necesarias y de conservar una Administración sobredimensionada a costa de subir los impuestos, lo que coloca a las Islas al borde del precipicio. Nosotros vamos más allá: al borde del precipicio estábamos hace unos meses. Ahora ya estamos cayendo al abismo. Y seguiremos nuestro descenso hacia el averno si antes no nos quitamos de encima a esta calamidad. Ya que los empresarios son conscientes de la grave situación en la que se encuentra la comunidad autónoma, como así lo han hecho saber, deberían iniciar alguna acción para obligar a dimitir a este inepto político. No basta con asistir perplejos a este espectáculo, como dicen que están haciendo, porque es mucho lo que está en juego; nada menos que el futuro de Canarias. Sobre la conveniencia de reducir la Administración autonómica se han manifestado estos días tanto Cristina Tavío, presidenta insular del PP, como nuestro colaborador Andrés Miranda. Ambos se muestran partidarios de dar más protagonismo a los cabildos. Dudamos de que sus propuestas sean posibles, pero son viables.

Que Dios ponga su mano y que desaparezca -siempre hablamos en términos políticos- esta aberración que gobierna en Canarias. El más inculto de los isleños es quien nos está gobernando. El más inculto y, lo repetimos, el más déspota político, como lo demuestra un asunto que hemos dejado para el final. Igualmente publicábamos ayer una noticia relacionada con el concurso de adjudicación de licencias de radio. Concurso en el que, como saben nuestros lectores, se privó de una concesión a Radio EL DÍA pese a ser una de las emisoras más prestigiosas y beneméritas del Archipiélago. Pues bien, el actual vicepresidente y consejero de Educación del Gobierno de Canarias, José Miguel Pérez -aliado y sostén, del PSOE, de Paulino Rivero, de CC, perdedores ambos de las elecciones-, respaldó a una emisora de radio de Las Palmas en el concurso de adjudicación de frecuencias de FM durante la etapa en que presidía el Cabildo de la tercera isla, tal y como queda constancia -y así lo publicamos ayer- en el proyecto presentado por la emisora, que no citamos en este editorial aunque sí lo hicimos en la información, al mencionado concurso de frecuencias. José Miguel Pérez, en calidad de presidente del Cabildo de Las Palmas, declaró que esa emisora de radio "ha atendido cumplidamente las informaciones de relevancia pública y política, sobre los hechos que han acaecido en la zona de cobertura a través de sus espacios informativos y programación especial. Tal programación, en los eventos cubiertos, se ha basado en el pluralismo político y ha sido respetuosa con el honor y la igualdad en nuestras personas".

Esa emisora recibió una FM sin ningún otro mérito para ello, si exceptuamos la "ambigüedad" de su titular y las enormes cantidades de dinero que adeuda a la Hacienda y a la Seguridad Social, mientras que a EL DÍA, enteramente al corriente en todas sus obligaciones tributarias, se le negó. ¿Podemos llamar a esto corrupción política? Hay más cosas interesantes sobre este concurso que ya iremos dando a conocer a nuestros lectores para que juzguen a dónde ha llegado Canarias bajo el mando del zar y la zarina; es decir, bajo los designios de una pareja de políticos ruines, incapaces y abusadores con el pueblo cuyos deseos de libertad prometieron satisfacer.