Bermúdez necesitó contratar a Juan Galarza, un buen periodista, para que se le ocurriera una idea. Y a Galarza se le ocurrió lo de Bankia y la señora y tuvo que trabajar a fondo para que al pequeño alcalde lo llamara hasta Ana Rosa Quintana, que es la madre de todas las marujas.

Así que Bermúdez se apuntó un tanto a lo Zerolo; aunque el otro día o él o Zerolo suspendieron una cena que los dos tenían prevista para mandar al quirófano a operarse de la lengua a Alberto Bernabé y al interventor del Ayuntamiento, bajo la dirección médica del doctor Por Qué no Te Callas.

Bermúdez tiene staff. Tiene a José Alberto, hijo de Moisés, en el Gabinete, ganando casi tanto como él. Y luego tiene a Galarza para que se le ocurran ideas. Pero es que el PSOE municipal tiene otra ristra de asesores, incluida una ex concejal llamada Marian Franquet, o algo así. No paran. Cuando le preguntaban a un sepulturero amigo mío que cómo estaban él y su familia, él siempre respondía: "Están todos bien; todos cagan, todos mean". Pues eso pasa en el Ayuntamiento, que están todos bien.

Convertido el bueno de Juan Galarza, que además preside la Prensa, en el supernani de Bermúdez, parirá alguna otra idea para el pequeño alcalde, como llevar a Corrales a todas partes. Parecen los llaveros de un canalero. Corrales es un genio. Militaba en Izquierda Unida. La dejó para irse al PSOE. Lo echaron del PSOE y se apuntó en una cosa que se llama Socialistas por Tenerife. Ahí le dieron la patada en el culo y volvió a Izquierda Unida. Es como la tarjeta 4 B. Y, no lo duden ustedes, acabará en Coalición Canaria, cuya corporación municipal le da unas perritas por una cosita de quejas, compartida con el bueno de Guigou, que ahora ya no sé dónde está. Me he perdido.

Es divertido salir a la calle porque cada vez que salgo me entero de cosas graciosas. Una de ellas es la malla de látex de Bermúdez, que va al gimnasio a marcar paquete y lo debe tener hermoso (con minúscula) porque hay comentarios por ahí del bultaco. El ordenata me propone bultazo y no, yo quiero decir bultaco. ¿Bultaco no era una moto?

En fin, que estoy saliendo de noche porque, total, ya he visto todas las películas del salvaje Oeste y las de Bond, James Bond, y ahora lo que me pone es lo de la supernani y lo del transfuguismo corralejo, que va a sentar jurisprudencia.