Está por ver si la intervención del Paulinato y asociados en CajaCanarias constituye o no un abuso de poder. Lo digo porque el contencioso no ha hecho más que empezar, pero todas las sospechas apuntan a que la Fundación CajaCanarias puede convertirse en un instrumento para la "cultura del Gobierno", con un patronato afín, lo mismo que afín y con gran carga política es ya la gestora encargada de poner en marcha la fundación.

¿Qué interés tiene Rivero en cargarse a Álvaro Arvelo? No lo sabemos. l verdugo dice que él sólo intenta cumplir la legalidad. Pero en el fondo subyace un apetitoso botín de varios millones de euros cada año. Y esto es goloso para cualquiera que tenga que administrarlo.

No las tenía todas consigo Rivero en el ínterin de la decisión judicial de no atender la suspensión cautelar de la toma de la Bastilla por parte del jecutivo. Por eso llamó dos veces a Arvelo. La primera para decirle que no tenía nada contra él (pues si llega a tener...). La segunda para ofrecerle que participara él (u otras dos personas elegidas por él) en la gestora, porque estaba dispuesto a ampliarla con dos puestos más.

l Gobierno corre por ahí que los directivos de la fundación iban a repartirse 1,4 millones de euros en sueldos al año. Yo no lo sé. Pero si fuera así me parece disparatado. n esta época hay que regir las entidades con mesura en los emolumentos, con unos sueldos dignos, pero no exagerados. Con la que está cayendo parece de locos despendolarse. n todo caso, es lo que corren por ahí los alcahuetes de Rivero, que los tiene y muy bien adiestrados, sobre todo en los medios de comunicación.

La no aceptación, por parte de la Sala de lo Contencioso del TSJ, de la suspensión cautelar de la "tutela" gubernamental no es una guerra perdida por el actual patronato. s solo el prólogo de la batalla. Queda un largo proceso contencioso por delante, que puede demorar hasta cinco y seis años, o más con los recursos. Dentro de ese tiempo ya Rivero no será presidente. Y Arvelo tendrá 80 años. ¿Habrá valido la pena todo esto?

l PP aporta una nueva idea a esta guerra, sobre todo sicológica. CC quiere la fundación para mantener a Rivero en el poder. ¿A qué se refiere? ¿A un asunto político o a un asunto económico? ¿O a las dos cosas? Lo que pensamos nosotros es que mientras en otras comunidades autónomas las fundaciones se han constituido sin problemas, incluso después de la tinerfeña, aquí el Gobierno de Rivero le ha dado el palo en la cabeza. ¿Para que sirva a Las Palmas, quizá, bajo su "tutela"? Y olé.