La Bujinkan canaria mantiene su estatus internacional a través de dos de sus máximos exponentes mundiales de este legendario arte japonés, Pedro Fleitas y Guillermo Lugo. Este último, alumno aventajado del primero, recibió este verano una nueva distinción a su inmaculada trayectoria marcial, al recibir, de manos de Hatsumi Sensei, el título de maestría en Buffu Ikkan Shingitai no menkyo, un reconocimiento para aquellas personas que han seguido entrenando durante años sin parar, logrando entender el sentido esencial del Bufu Ikkan (Vía recta del viento marcial) y así poder lograr el sentimiento de unir la técnica, el cuerpo y el corazón.

Guillermo, con un aval de 28 años de práctica ininterrumpida en la Bujinkan, tiene el honor, además, de ser la cabeza visible de un grupo de 10 instructores que han aprendido del único tinerfeño que desde hace unos meses cuenta, entre sus incontables méritos, con el prestigioso título de maestría. Con más de un centenar de alumnos, tras haber comenzado a difundir enseñanzas con apenas cuatro, ha estado alrededor de una veintena de veces en el país nipón para continuar con su eterno aprendizaje junto al heredero de las nueve escuelas que forman el método Bujinkan.

"Cada uno tiene su ritmo", le confesó Hatsumi en una de sus estancias asiáticas, frase que recuerda como una de las que más le han marcado en los últimos años, en los que no ha parado de recibir todo tipo de parabienes y galardones, como el otorgado en 2010, la medalla de honor de la Bujinkan, en un emotivo acto en Telde, junto a Pedro Fleitas. "No conozco otras artes marciales y por eso no las puedo comparar, pero en la nuestra lo más importante es la de realizarse como ser humano. Por eso, entre otras cosas, no competimos".