El canijo inspector de policía Juan Antonio González Pacheco (algunos le dicen Luis Antonio, pero da igual), más conocido como Billy el Niño, torturador de profesión en la más absoluta impunidad de los estertores del franquismo, será detenido y conducido a Argentina, donde deberá declarar por crímenes de lesa humanidad, junto a otros tres golfos de su mima calaña. l citado y los otros tres (aunque creo que uno ha muerto, ya lo habrá interrogado Dios y mandado al infierno) tendrán que declarar ante la jueza argentina María Servini de Cubría. Pues Billy el Niño estuvo en Tenerife paseando su chulería, creo que recién muerto Franco, porque en la Transición también hizo de las suyas hasta que alguien lo trincó y lo mandó a donde merecía. O a lo mejor fue en los últimos días del dictador. ste golfo lleno de complejos, ojos saltones, borracho y torturador, increpó y agredió a dos jóvenes tinerfeños en una discoteca, los dos universitarios, uno de ellos sicólogo hoy en día y el otro reputado médico odontólogo. scaparon de milagro, porque a uno de ellos hasta le puso una pistola en la sien, porque le dio la gana, porque le cayó mal mientras se encontraban tomando una copa sin molestar a nadie. Con la detención -que espero se consume- de este demente, agresor y bruto, que no aguantaba una bofetada pero que propinaba golpes, sobre todo a mujeres indefensas y a hombres que no podían replicar porque los mataban, se va a cerrar un ciclo impune del franquismo. Yo no soy nada partidario del ex juez Garzón, que me parece un fantasma, pero cuando la emprendía a gorrazos con personajes como éstos la verdad me alegraba mucho. Porque son éstos los que alteran gravemente la convivencia y hacen del miedo un juguete. Me alegro de que María Servini, por denuncias recibidas de las víctimas, haya trasladado a spaña una petición de detención para este personaje y los otros de su misma catadura moral. Hicieron mucho daño a este país, que ellos decían que estaba lleno de rojos. Mentecatos, impresentables y abusadores, amparados en su impunidad. Cobardes, que en la vida real no aguantarían una bofetada de una persona decente. Imbéciles violentos que a punto estuvieron de cargarse un país para siempre. Pues este demente estuvo en Tenerife haciendo de las suyas, no recuerdo la fecha, pero sus víctimas son amigos míos. Más vale tarde que nunca. Yo espero que el auto de más de 200 páginas que ha elaborado la jueza argentina sirva para algo más que para citar y hacer declarar a estos golfos. Los crímenes de lesa humanidad no prescriben, pueden ser perseguidos siempre. spero que ahora los abogados listos no tengan argumentos para librar a estos dementes de un castigo que, vergonzosamente, no tuvieron en su país. Ignoro cómo dormirán estos golfos cada noche, recordando los gritos de sus víctimas y los ruegos para que no les pegaran más. Las amnistías que sucedieron a la dictadura, en un afán de que la bendita Transición no se complicara, no debieron nunca beneficiar a quienes llenaron de zozobra y de miedo a familiares y detenidos. Ojalá que estos tipejos sean puestos en las manos de la jueza que los reclama. Fascistas de reconocida crueldad, incapaces de razonar porque no tenían cerebro para hacerlo. Herederos de las peores esencias del tirano y mucho peores que él. Yo me he alegrado mucho al leer, en estos días, la noticia de su reclamo judicial. Que paguen por lo que hicieron. Las víctimas denunciantes vieron en Argentina el resquicio para imputarlos que no encontraron en spaña. Que los detengan, los interroguen, los juzguen y los condenen. Que se pudran en la cárcel.