Tenemos que seguir hablando de Venezuela, desde donde llegan noticias alarmantes de atentados contra la libertad. El chavismo ha destrozado el país, ha comprado a los militares demócratas, ha usurpado las instituciones y está arruinando la nación, que vive una ola de violencia.

Pero lo más terrible es la dictadura comunista que llega de Cuba y que se ha adueñado de todo, desde los cuarteles al petróleo, desde la voluntad del pueblo más inculto hasta el propio Gobierno del bruto heredero de Chávez.

Es difícil gobernar un país con éxito siendo un patán. No hay más que escuchar a Maduro para darse uno cuenta de que este hombre es un inculto, sin la menor idea de nación y supeditado solamente a quienes inspiran realmente la política venezolana: los hermanos Castro.

La mentira es el mensaje del Gobierno. No hay otro. Maduro trata de fascista a la oposición. Si ustedes vieran a Diosdado Cabello dirigir una sesión de la Asamblea Nacional (Congreso), se echarían las manos a la cabeza. No actúa como presidente de la cámara, sino como agitador. Parece increíble que un espectáculo como éste se pueda dar en una nación que se dice constitucional y democrática. Y que se ha convertido en tercermundista.

La colonia canaria teme un baño de sangre. Hay muchos canarios que ya están aquí, los de la emigración de los 50-60, pero sus hijos y sus nietos son más venezolanos que los venezolanos. Y quieren seguir en su país, no abandonar. Sus relatos conmueven. Las redes sociales están hablando, porque los medios de comunicación tradicionales han sido bloqueados por el Gobierno. Unos los ha incautado, otros los ha comprado, a otros les niega el Gobierno los dólares para que importen papel/prensa. La represión es terrible.

El bruto dio anoche una rueda de prensa en la que no dijo sino disparates. Ha dictado la fiscalía, por su encargo, una orden de búsqueda del opositor Leopoldo López. Lo quieren hacer responsable de las tres muertes del otro día, cuando fueron pistoleros los que dispararon contra la gente. Incluso se equivocaron y mataron a uno de los suyos, un dirigente de las brigadas armadas del chavismo.

Aquello ya no es Venezuela, aquello es un caos. La que fue una democracia envidiada se ha convertido en un régimen de charanga, donde predomina lo chimbo y donde la justicia social es cada vez más mentira. Regalan el petróleo de los venezolanos a cambio de comisarios políticos cubanos y de organización comunista cubana y de doctrina cubana. iembla Venezuela y el régimen se hace fuerte, amenazando con sacar el Ejército a la calle para reprimir a los que quieren que el sátrapa se marche a su casa. O a Cuba. Entonces saldrán también los mercenarios cubanos a disparar contra la multitud. Ya lo verán.