Esta ha sido una semana de terrible falta de sueño, por muchos motivos. Pero en medio del ajetreo, a pesar de mi edad provecta, me he espabilado y tengo que dar una buena noticia. Y es el crecimiento de Cajasiete, la única entidad bancaria nuestra, bueno, cooperativa de crédito, que queda viva; al servicio de nuestra tierra. Cajasiete ofrecerá pronto sus resultados de 2013, supongo que en mayo. Pero voy a adelantarles algo: ha crecido un 25% en recursos ajenos durante el año 2013 con relación al anterior. l flujo de clientes ha sido impresionante y ya tiene 1.200 millones de euros de depósitos, un montón de socios y funciona como un reloj. La marca Cajasiete ha sido un éxito y es una entidad comprometida con Tenerife y con Canarias. Ha captado el 10% del pasivo de la provincia y ha demostrado su solvencia. Te atienden estupendamente en todas las dependencias, distribuye productos muy interesantes, es gente muy capacitada para el negocio bancario y, repito, una entidad nuestra. A los pensionistas los mima de maravilla, sus oficinas están por todas partes; ahora acaba de abrir otra junto a los juzgados de Los Cristianos/Playa de las Américas y los empresarios cada vez confían más en esta entidad. Para este año ha establecido su crecimiento en un 20%, que superará con creces. Además, cada empleado es un entusiasta defensor de la entidad, lo que no ocurre en la banca en general, con sus excepciones, donde los empleados se han convertido en oficinistas sin ilusión. Digo con sus excepciones porque yo me encuentro también gente estupenda por ahí. Fenecida CajaCanarias, que absorbió La Caixa, como es público y notorio, la única entidad de la tierra que nos queda es Cajasiete. Yo recuerdo la antigua Caja Rural de Pedro Modesto Campos, Federico Isidro Sánchez -que vive-, Pepe Fumero, milio Gimeno, lías Bacallado, Pepe Capón, un montón de gente que construyó esta entidad desde sus comienzos. l otro día, hablando con José Manuel Garrido, que lleva tropecientos años en Cajasiete, le recordaba a Fernando Barreto, paz descanse, y a Mari Carmen Chamero, que no sé de ella. Tiempos aquellos. Yo recuerdo que le pedimos un crédito a la Caja Rural, germen de Cajasiete, para comprar el edificio del actual de "Diario de Avisos", la fábrica de tabacos "Jean". Veinte millones costó. ra un chollo. l hallazgo se lo deben a Pepe Capón y a mí, que descubrimos el edificio y gestionamos su compra, a través de una sociedad llamada Difusora de Tenerife, que creó José Sabaté. Parece mentira, pero ese crédito lo firmé yo también, que era consejero y subdirector del periódico, y así me lo pagaron. Una vez Federico Isidro me regaló un libro sobre cooperativas de un tal Jarque. Tenía como mil páginas y me pidió que lo leyera para escribir del particular. Lo lancé al techo de un armario y veinte años después lo encontré, sin abrir, lleno de polvo. Y se lo devolví a Federico. Y le confesé que no había leído ni una página porque a mí el cooperativismo me la trae floja. sto de escribir en los periódicos es muy curioso porque te salen episodios de tus memorias sin querer. Yo, como saben, tengo escritos varios tomos de memorias, pero casi siempre me salen memorias políticas y mucho menos personales, por eso del pudor quizá. Pero cada línea que yo escribo es una línea de mis memorias. Así lo asumo. Lo que ocurre es que, como no escribo con notas, sino al albur, pues entonces a lo mejor disparato algún que otro dato. Dicen los escritores del realismo mágico que la historia no es como ocurrió, sino como la contamos. sto es una verdad rotunda. La historia es aquello que se guarda en la memoria y luego se cuenta. Lo que ocurrió, ¿qué más da? Lo importante es lo que se recuerda y cómo se recuerda. Ustedes perdonen estas disquisiciones metafísicas, pero se me ha puesto el cuerpo cachondo y escribo de un tirón, para despachar el trabajo cuanto antes. Algunos avispados lectores me dicen que cuando cuento una cosa dos veces en muchas ocasiones disparato y la relato de distinta manera. s normal, por lo que les he dicho. A lo mejor es que ocurrió lo mismo más de una vez y uno lo recuerda distinto; pues eso, lo que vale es lo que se cuenta, no tengan ustedes la menor duda. n fin, que me he perdido en el marasmo de mis pensamientos porque este artículo lo he tenido que escribir antes de tiempo por eso que llaman motivos de ajuste; me he ausentado un día de la isla. Un viaje de ida y vuelta, de esos que no me gustan nada porque me canso muchísimo con los viajes rápidos y de chaqueta y corbata. sta semana se escribirá mucho de Venezuela. Por cierto, spaña ha dejado de venderle a este país material antidisturbios. Ya era hora. Porque no es cuestión de darle al bruto de Maduro argumentos para que masacre a su pueblo, a nuestro pueblo hermano. Después de la metedura de pata de Rajoy con Obiang, se corrige con Maduro. Por cierto, Obiang logró la gráfica de su vida: se fotografió con Durao Barroso y con Van Rompuy en Bruselas. Como es normal. Y si Rajoy no quiere fotografiarse con Obiang, que rompa relaciones con Guinea. Porque si hay embajador también debe haber foto.