La ciclista tinerfeña Iriome Maroha Marrero Rodríguez sigue adquiriendo experiencia en tierras vascas. Recientemente participó con su nuevo equipo en dos pruebas, una de ellas el Trofeo Euskaldun.

"La del domingo fue mi segunda carrera en el País Vasco y la afronté con muchos nervios, ya que el día anterior fue horrible, con un circuito durísimo, con bastante desnivel y, por suerte, con algo de llano", indicó Iriome a EL DÍA.

"Tras el lógico bonjour -mis dos compañeras de habitación son las francesas Fanny Riberot y Aurore Verhoeven, del Lintek- un buen desayuno de arroz y leche con cereales y camino a la prueba que, curiosamente, se desarrolló en el mismo circuito del día anterior, pero en sentido contrario", añadió la deportista tinerfeña.

"Calentamiento con mis compañeras del Sopela-Ugeraga y un pensamiento claro en mi cabeza: dar lo máximo de mi y ser conscientes de lo importante que es estar aquí, con grandes ciclistas. No puedo bajar los brazos. Y con esa clara idea me subí a la bici para comenzar la carrera", comentó.

Sobre el desarrollo de tan exigente prueba, añadió: "Me coloqué en la parte delantera del pelotón, comprobando que se habían producido dos escapadas. Salí rápidamente a por ellas, las neutralicé, pero el ataque no prosperó al estar atento el grupo de cabeza. Como nadie se decidía a tirar tomé las riendas y comencé a marcar el ritmo", dijo Iriome.

"En la última subida una cadete se cayó delante de mi y nuestras bicis se enredaron. ¡Qué mala suerte! Pero me levanté y volví a pedalear, aunque perdí la rueda del pelotón de cabeza de las júniors. Me esforcé al máximo y logré engancharme al pelotón de 15 chicas aproximadamente, para decidirse el triunfo de la prueba al esprint. La ganadora en júnior fue María Calderón, del Meruelo, en cadete lo hizo Maddi Amondarain y en élite mi compañera de habitación, la francesa Fanny Riberot", explicó la ciclista que se formó en el equipo dirigido por Blas González.

"Nada más concluir fuimos a celebrar los triunfos del equipo con una barritas energéticas, fabricadas con un ingrediente canario: gofio amasado que elaboraron las cocineras del equipo ciclista", indicó Marrero Rodríguez, quien trata de hacerse con un sitio en el complicado mundo del ciclismo profesional español, siendo el País Vasco cuna de grandes especialistas en el pedal.