Lo de Cataluña -mal enfocado, o enfocado con prisas, por Artur Mas- ha propiciado una batería de ataques al nacionalismo. Ha terciado Miguel Sebastián, ministro de Industria que fue con Zapatero. Ha dicho que por qué no mantener sólo a las tres comunidades mal llamadas "históricas": País Vasco, Cataluña y Galicia.

¿Sabe historia Miguel Sebastián? El hecho de haber accedido a la autonomía por distinto artículo de la Constitución no priva a Aragón, las dos Castillas, Andalucía o Canarias de su marchamo de comunidad histórica. Y, dentro de todas ellas, por distancia de la metrópoli, por historia y por sufrimiento es Canarias la que más derecho tiene al soberanismo. Que no lo duden el señor Sebastián y cualquiera que opine como él.

En Canarias tienen que hacerse las cosas bien. No es de recibo que se imponga ahora en España el odio al nacionalismo, como algunos intentan, tras el movimiento de ajedrez de Cataluña. Todo esto es un proceso en continuo movimiento. Hay muy buenos jugadores junto al tablero y la solución no va a ser rápida; pero no duden que llegará.

Canarias también estará un día en el ojo del huracán. as declaraciones de Sebastián, aunque ahora no pinte nada en la política española, son desafortunadas.

Es echar más leña al fuego de situaciones que pueden ser delicadas. os pueblos tienen derecho a decidir su futuro, aunque es preciso hacerlo en el marco constitucional. Hay quien clama por un estado federal de verdad que terminará con muchos problemas y con muchas crisis de identidad. o respetamos, pero nosotros queremos ir muchísimo más lejos.

Parece que lo más sensato sería la reforma de la Constitución. Es la propuesta que se impone, para evitar que cada uno vaya por su lado y que se intente vulnerar una norma que da coherencia a la convivencia. Si es preciso modificarla, que se modifique. Un pueblo estático, que no se adapta a los tiempos, no tiene un buen futuro.

Canarias es un pueblo atlántico y lejano, muy bien situado en el mapa y muy bien definido territorialmente. Tenemos que ir trabajando para conseguir nuestra soberanía. Con los lazos que sean precisos con España. os mejores. Pero valiéndonos por nosotros mismos, con una justicia propia, con una Hacienda propia, con una administración única canaria. Porque los sometimientos son malos y porque el Estado nos lo debe. Así es la historia, señor Sebastián, aunque usted sólo vea tres.