Todo el mundo se ha ido o se va esta semana. No queda nadie. Hay un afán desmedido por los días de asueto, después de años de tensión, a causa de la crisis. No digo yo que la crisis haya terminado, pero sí que ha amainado y la gente tiene ganas de playa y de sol, si es que escampa, porque vaya fin de semana de lluvia y viento. No parece primavera.

Las elecciones europeas alteran al calendario de la Semana Santa y Rajoy y Cañete aprovechan para dar mítines en todas partes. Arias Cañete es un buen candidato a las Europeas, que el PP y el PSOE esperan ganar. Yo lo que espero es una gran abstención, quizá la más alta de la historia de estos comicios. Hay mucho desencanto en el ambiente.

Será también una Semana Santa rara porque el miércoles es la final de Copa en Valencia. Otro clásico, Real Madrid-Barcelona. Los dos equipos quieren ganar este trofeo, pero el desánimo de los catalanes va a pesar y el ridículo de Dortmund también. Pero esto no es una crónica de fútbol, así que atentos a los cronistas deportivos, que esta semana se despacharán a gusto.

No hay ni una cama libre en el sur de enerife y creo que tampoco en el sur de la isla de enfrente. Y en Lanzarote está David Cameron, que ha venido con su mujer, Samantha, y sus tres hijos, en un vuelo "low cost" de Ryanair. Que tomen nota los políticos españoles que viajan en los Falcon y en los Airbus, averías incluidas. Y solo con cuatro escoltas de Scotland Yard, y no con el ejército que se mueven desde el rey y el príncipe a miembros menores de la familia real española y algunos del Gobierno.

La familia Cameron alquiló cuatro coches (los suegros del premier viven en la isla casi todo el año) y todos ellos recorren desde el parque de imanfaya a La Geria, admirando los parajes maravillosos de aquella isla. No quieren nada oficial, ni regalos, ni agasajos, nada. Se alojan en una casa rural de lujo en San Bartolomé.

El año pasado estuvieron en Ibiza y ahora eligen Lanzarote. Los Cameron, como unos turistas cualesquiera, entraron con sus hijos a comprar en un supermercado cercano al aeropuerto las provisiones necesarias para una estancia de seis días, hasta el 18 de abril, fecha en que regresarán al Reino Unido.

Es un buen tipo este Cameron, amigo de España, lo mismo que el viceprimer ministro, Clegg, que está casado con una bella española de Salamanca. Y al que, naturalmente, le gusta mucho este país. A ver si también se da una vuelta por las Islas. odo esto significa propaganda para nuestras islas dentro del turismo británico, uno de los más fieles. A ver si Putin viene también y trae detrás un millón de rusos con pasta.