Amar la música y las tradiciones populares son los pilares sobre los que se sustenta la Agrupación Folclórica Pedro Álvarez, de Tegueste, formación que se fundó allá por el año 1964, cuando la actividad de ocio del pueblo se reducía a las romerías y poco más.

Cuarenta personas del citado núcleo poblacional teguestero mantienen viva la llama heredada de aquellas generaciones que hace ya medio siglo consagraron su tiempo libre a recuperar, ensayar e interpretar aquellos bailes y canciones que reflejaban la identidad cultural de su barrio y de su tierra natal. Su origen radica en Lo Divino, cuando sus primeros componentes salieron a la calle en la Navidad de 1964.

La ardua labor desarrollada por este colectivo está plasmada en media docena de discos, además de los innumerables conciertos y festivales en los que han actuado, tanto en Tenerife, como en el resto de las Islas y en la Península, además de en distintos programas de radio y televisión, donde ha difundido la esencia de lo que les hizo nacer, la cultura de sus antepasados.

El próximo 25 de abril, esta veterana agrupación celebrará su cincuenta aniversario en el VII Festival Folclórico dedicado a la Música de las 7 Islas, un evento enmarcado en las Fiestas en Honor de San Marcos, donde interpretarán una selección de piezas de su amplio repertorio, conformado por sesenta temas folclóricos, treinta populares y medio centenar de navideños canarios e iberoamericanos.

El director de la rondalla, Cándido Santana Rodríguez, confirma que es "un orgullo para nosotros, porque somos una de esas agrupaciones como otras que hay en el municipio, que lucha por mantener nuestra identidad. Medio pueblo ha pasado por esta rondalla, y luego son los hijos e hijas de estas personas las que forman parte de la misma".

La vestimenta que caracteriza a esta agrupación, con veinte miembros en la parranda y otros veinte en el cuerpo de baile, es un traje de fiesta usado en Tegueste a finales del siglo XVIII y principios del XIX, que ha sido realizado con materiales usados en aquella época, con telas que respetan los grabados del Prebendado en el telar del popular "Juaniquillo". El cuadro de baile viste con ropas de campesino del siglo XIX.