Tejinera de la Calle Arriba, aunque vive en la de Abajo, Carmen Hernández Marrero, Carmita, se "coronó" de nuevo, el pasado viernes, 59 años después.

Esta "novelera", como ella misma se define, recibió durante la cabalgata de las carrozas un homenaje merecido y esperado por haber sido la primera reina de las fiestas de Tejina, allá por el año 1955. "Me parece mentira después de tantos años", reconoce.

Un título, el de reina de las fiestas en honor de San Bartolomé, que recibió siendo presidente de los festejos su propio padre, hecho que le produjo más de un quebradero de cabeza. "Pensé que habría comentarios por ser la hija del presidente", recuerda aún hoy, casi seis décadas después.

Con una energía contagiosa, la expropietaria del molino de gofio Doñana -negocio que fundó su suegro-, en la calle plaza de Cádiz, paseaba ayer por las calles de Tejina, donde no paró de saludar y recibir felicitaciones, del mismo modo que lo hizo el viernes por la noche, pero desde un coche antiguo. "Iba más tranquila que cuando me eligieron reina, pero igual de emocionada", subraya.

Ejemplo de su vitalidad, Carmita avanza que el próximo mes de septiembre se incorporará de nuevo al Club La Atalaya, donde está aprendiendo a cantar folías y malagueñas. "Era una ilusión que tenía; y ya entono", precisa.