Me da la impresión de que la sociedad civil no está contenta con lo que ha ocurrido en Coalición Canaria, sobre todo por las formas que alteraron el proceso democrático.

Barragán va a dimitir; tiene problemas familiares y necesita estar más con su familia. Paulino Rivero no ha dicho nada todavía, sus primeras declaraciones se esperan con mucha expectación.

Y hasta un obispo ha hablado de las traiciones y de los poncios pilatos en un sermón pronunciado en la ermita de Dolores, en Tinajo, Lanzarote. O sea, que la traición también ha llegado hasta los oídos de la Iglesia, que la deplora.

Pero hay más: Clavijo se tuvo que tragar a Paulino Rivero en La Laguna, presidiendo el Cristo en nombre del rey. Y en La Gomera, miembros de CC han impugnado su representación en el Consejo Político Nacional y, por consiguiente, el propio Consejo. ¿Terminará todo esto como el rosario de la aurora?

En Godilandia, Brufau, el de Repsol, dice que lo del petróleo es un asunto político y que en las costas tarraconenses se extrae crudo y no pasa nada. Ana Oramas, que es la mamá política de Clavijo, dice en este periódico que lo del petróleo no es negociable y que el mejor pacto posible es y será con el PSOE. ¡Toma ya!

Algunos cronistas están diciendo ya que se regresa a las AIC, que es como regresar a las cavernas, y el PNC se piensa su continuidad en Coalición Canaria. Algunos dirigentes del partido no están de acuerdo con las formas, ni, por supuesto, con las traiciones.

El señor obispo habla, en Tinajo, en metáfora, de la crucifixión civil de Paulino Rivero, pero sin nombrarlo, en una inteligente homilía que entendieron los iniciados. La mentira y la traición son pecados mortales; la mentira y la traición son consustanciales con el género humano. Recuerden la historia sagrada.

Esto todo parece un juego -¿un juego de tronos?-; podría ser. Aunque a quien le toque lidiar el nacionalismo de CC del futuro lo tiene crudo. No hay sino traidores, entre poca gente decente. Todo esto pasará factura, tarde o temprano, porque no se puede vivir instalado en la mentira y en las malas artes.

Quienes hayan perpetrado el engaño lo pagarán. Todo esto se va apuntando en una libretita y poco a poco se irá aclarando. El tiempo lo aclara todo y más en un partido en el que hay tanto lengüín. No me cabe duda de que todo esto no ha hecho sino empezar.