El PP esperará a diciembre para elegir a sus candidatos, al menos en Canarias. Cuando le pregunto a alguien de este partido si vendrá a Canarias como candidato a la Presidencia del Gobierno siempre me responde lo mismo: "No creo". Y cuando le pregunto que quién será el elegido, o la elegida, se cruza de hombros. Nadie sabe nada. Todo el mundo espera la palabra del líder carismático -el propio -. En este partido sí es verdad que el que se mueve no sale en la foto.

Luego cuando los demás se pelean por las candidaturas y se lanzan a luchas fratricidas, en el PP está todo el mundo quieto parado. No se mueve ni una hoja. No se conocen ni siquiera los candidatos de los pueblos. No se toma una decisión. Hay que esperar el calendario que para Canarias ha marcado , que es más o menos que el que para toda España ha marcado Rajoy. Quizá estén esperando a la nueva ley que dará carta de naturaleza a las listas más votadas, lo que indudablemente beneficia al PP.

Pero la situación no se puede estirar como un chicle, porque hay gente desesperada. Candidatos que se postulan ante otros que se creen con derecho y con posibilidades y encajar el puzzle será más difícil cuanto más tiempo pase. Además, el PP tiene otro problema: sus mujeres son reacias a participar en política y se hace muy difícil encontrar féminas para compensar sus listas. Aquellas Juventudes del PP, despampanantes y pijas, ya no están, se han marchado, se han casado, falta elemento femenino en este partido. Al menos en Canarias; en Godilandia, no sé.

¿Por qué diciembre? Yo creo que los dirigentes de la derecha están esperando a que los nacionalistas y la izquierda se peleen del todo haciendo las listas, para después entrar ellos con las suyas en plan triunfal. Puede ser. Lo cierto es que esperarán hasta diciembre para resolver sus dudas y elegir a sus candidatos. Aunque diciembre es mes de fiesta y con pocos días hábiles, pero, bueno, ellos sabrán. Hay que respetar su voluntad.

Es posible que el PP quiera valorar también el avance de Podemos y la fragmentación de la izquierda, que es notoria. Como el PSOE, IU y Podemos no se unan -que es poco probable que se unan- ninguno hará nada. Y en ese río revuelto pescará el PP. Rajoy es un estratega y tiene los datos en la mano, así que será difícil sorprenderle, teniendo como tiene el poder. Recuérdese la influencia del CNI en la consulta soberanista de Cataluña, por ejemplo. No digo más.