Vamos a ver. He escuchado las teorías más optimistas y más pesimistas sobre el ébola. La más pesimista es que la enfermedad acabará con media humanidad, como la octava, novena o décima plaga. La más optimista, que el contagio no es tan fácil porque, de lo contrario, habría muerto ya esa media humanidad. amos a ver, en España se ha producido el primer contagio directo registrado en Europa, en la persona de una auxiliar de enfermería de 44 años que ha atendido, en dos ocasiones, a uno de los dos sacerdotes muertos en Madrid de ébola, tras ser repatriados de países africanos. Esta mujer, al parecer, guardó todo el protocolo exigido para evitar el contagio, pero, evidentemente, cometió alguna negligencia para poder contagiarse.

Luego la transmisión de la enfermedad, en contra de la opinión de los optimistas, parece fácil. amos a ver qué ocurre con el entorno de esta auxiliar de enfermería: su marido, sus parientes más cercanos, que ya están en cuarentena, lo mismo que otros sanitarios que han convivido con ella en estos días.

España dice que ha seguido el protocolo establecido por la OMS, pero ya los pontífices del "no a todo", incluido el bobo de Llamazares, que es médico (aunque formado en Cuba), están criticando al Gobierno. ¿Al Gobierno? ¿Es culpable Rajoy de la presunta negligencia de una auxiliar de enfermería? Sería como decir que la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, también lo es de las ramas que se desprenden de los árboles y matan a viandantes. De locos.

La política en España está tan mal que ciertos opositores a los que gobiernan parecen alegrarse de que el ébola contagie a una auxiliar de enfermería para así poder culpar al Gobierno. Al menos esta es la impresión que dan. ¿No sería más lógico apoyar al Gobierno, al Ministerio de Sanidad, para que se tomen todas las precauciones ante epidemias peligrosas, se cumplan los protocolos y se salven vidas? Digo yo.

El ébola ha disparado todas las alarmas y se ceba con la frágil población africana. ¿Por qué los laboratorios no han fabricado el suficiente suero que sea capaz de combatir la enfermedad? ¿Por qué no se encontró el suero que podía haberle salvado la vida al misionero español -al segundo- afectado?

Yo, en las epidemias y en las pandemias, siempre recelo de los laboratorios, que se mueven por intereses crematísticos, casi nunca humanitarios. Sobre las conciencias de sus dirigentes caiga que por esa ambición no se fabriquen los medicamentos necesarios para curar determinadas enfermedades mortales. Yo no quiero pensar que la gente se muera por la falta de un medicamento que es posible fabricar y que no se produce por culpa de determinados intereses. Ojalá me equivoque pero es esto mismo lo que me está pareciendo.