¿Por qué los dirigentes tinerfeños de CC no acudieron el otro día a la manifestación contra las extracciones de petróleo? Me pareció raro que ninguno apareciera por allí. ¿Cuál es su postura? ¿Sumisión a Madrid y a Soria, quizá? Mientras caminaba por las calles de Santa Cruz, junto a aquella gente, pensé en quienes han dado la vida por el nacionalismo canario. No en una batalla, sino en la batalla de la propia vida. En quienes dedicaron horas, días, meses, años de esfuerzos a imaginar una tierra dueña de sus propios destinos. Este periódico entre ellos.

¿Se terminó todo eso? ¿Se ha rendido CC al españolismo, o al menos los dirigentes tinerfeños de CC porque las manifestaciones en otras islas casi siempre son un éxito?

Si les digo la verdad, yo ignoro las intenciones de cada cual. Ni las sé ni me importan. Pero no me gusta la derrota que toma el partido. No es la derrota que nosotros hemos apoyado siempre desde estas páginas, ni mucho menos.

Canarias tiene que caminar hacia la soberanía compartida con el Estado. Nadie habla ahora de independencia, sino de soberanía compartida, que es un paso constitucional. Y, si no lo es, la Constitución puede y debe reformarse.

Nosotros estamos convencidos de que estas islas pueden valerse por sí mismas, y esto lo han dejado claro líderes nacionalistas como Paulino Rivero y Juan Manuel García Ramos en testimonios escritos que todo el mundo conoce.

Me parecieron raras, repito, las ausencias de líderes nacionalistas -Juan Manuel García Ramos sí estaba- de la manifestación antiextracciones de petróleo celebrada en Tenerife el pasado sábado. No me las explico. Tenían que haber estado allí, apoyando a los manifestantes, por cierto nada numerosos, que piden una Canarias limpia de peligros, eso que llaman ahora un territorio sostenible. No pueden coexistir dos Coaliciones Canarias, una que preconiza la españolidad de esta tierra y el españolismo más sumiso y otra que quiere la soberanía compartida con el Estado. Pónganse de acuerdo porque al electorado lo tienen como una cabra. Y eso se traduce después en el número de votos, cuando venga maestro Paco con las rebajas, en mayo de 2015.

Ellos saben que están jugando con fuego, pero sus diferencias son abismales. Por culpa de la ambición de unos pocos, Coalición Canaria está partida en dos mitades. Y el divide y vencerás es rematadamente malo en las vísperas de unas elecciones locales, insulares y autonómicas. Mayo está a la vuelta de la esquina y la gente repito que está sin saber por dónde tirar. Uno percibe eso desde la calle.