El Ayuntamiento de Sevilla multará con 750 euros a los que metan la mano en los contenedores de basura, porque ponen todo el entorno perdido. sto me parece muy bien, si no fuera porque quienes revuelven la mierda allí guardada se supone que es gente que no tiene qué comer, indigentes. Mal van a poder pagar la multa quienes no tienen ni para un bocadillo. Luego la norma aprobada por el consistorio sevillano es una soberana pollabobada.

ste país de lo que sufre es de un exceso terrible de normas. Hay normas para todo y casi ninguna se cumple. n medio de la maraña normativa nos enredamos los españoles y los canarios, sin posibilidad de no quedar atrapados. Imagínense a los jueces, que tienen que hacer buen uso de todas las normas que los poderes legislativos ponen en sus manos para que las interpreten. Así nos va.

Así que los indigentes sevillanos seguirán haciendo uso del contenedor, porque es imposible que ellos puedan pagar las multas que les impongan. Se declararán insolventes; ahora, eso sí, si alguna vez dejan de ser indigentes -cosa harto improbable porque tampoco tienen dinero para jugar a la bonoloto- le caerán encima la Agencia Tributaria, la administración municipal y las madres que las parieron. Sin piedad.

ste es un país empobrecido, ya se sabe, y lo que hace el PP es lo mismo que hacía Zapatero: anunciar cosas que no existen, por ejemplo, la recuperación económica. ¿Cómo se puede recuperar la economía si un banco te cobra 15 euros por un euro de descubierto en tu cuenta? ¿Cómo se puede recuperar la economía sin crédito para las pymes y para los autónomos? ¿Cómo se puede recuperar la economía si estás en un registro de morosos con una supuesta deuda de 300 euros, peleas por que te borren, no te borran y mientras tanto no puedes contratar ni un teléfono móvil? Aquí está fallando algo, pero lo que más falla es la credibilidad de los políticos, que está por los suelos. ste país no levantará cabeza jamás con sus actuales parámetros organizativos. s imposible. Ni tampoco viendo desfilar ante la mazmorra a alcaldes trincones, tonadilleras consortes, políticos de manos negras émulos de Arsenio Lupín y de Curro Jiménez, pero estos de hoy en día ni reparten con los pobres ni tienen gracia robando. Son bastos como la señora madre que los parió.

Por eso no me extraña que gane Podemos, que les dé una cuerada, aunque luego se demuestre -como se va a demostrar- que ahí tampoco hay nada, no existe materia suficiente para gobernar, sino que son una serie de robaperas que se van a terminar peleando como putas. Y el Ayuntamiento de Sevilla multando a los indigentes por revolver en la basura. Vaya moral.