Los debates de la televisión se han convertido en foros de demagogia infumable. Además, los contertulios no dejan que el otro hable y eso a los televidentes nos causa zozobra y desconcierto.

Hay cadenas que se pirran por Podemos () y los llevan siempre. Estos dos son los más demagogos y manejan al público, que les tiene simpatía, y a los regidores, que encienden el cartel de "¡Aplauso!" con entusiasmo, al final de cada párrafo.

Ustedes saben que la televisión es ficción; es decir, que nada es lo que parece. Las cadenas los llevan a sus estudios por algo más que por la audiencia, que la tienen ganada. Están apostando por ellos, de cara al futuro, porque creen que van a gobernar, a la vista de la debacle de los dos grandes partidos: uno porque no arranca, y tampoco va a arrancar con Sánchez, y el otro porque miente más que habla.

La demagogia es la que reina en todos estos programas, que no nos enseñan absolutamente nada y que no hacen otra cosa que desinformar, en vez de informar. El telespectador se hace un lío con tanta opinión encontrada y, sobre todo, con tanta promesa vana. Estos de Podemos, si entran, acabarán con España.

Nos echarán de Europa a patadas y seremos los parias de la Tierra, que son su modelo de comportamiento, como reza en la canción que les gusta cantar. No aprenden. Los tiempos y las experiencias vividas por los de su cuerda no les han enseñado nada. Y es una pena.

La demagogia y la mentira y la promesa vana calan en el ambiente, perturbado por la corrupción, la verdadera y la falsa. Todo el mundo tiene un muerto en el armario. Todo el mundo. Podemos crea ahora su propio sindicato, Somos; que tiemblen la UGT y CCOO, porque estos vienen sin trincar y los otros han trincado. Así que vienen en estado puro, hasta que trinquen, que trincarán, porque el trinque está pegado como una lapa a la condición humana.

En fin, que me gustaría ser algo más optimista, pero me he pasado el fin de semana viendo la televisión y ya no aguanto más, me han dado ganas de tirarme por la ventana, a la vista de la demagogia, la mentira y el aplauso por banalidades. Esto no hay quien lo aguante.

El daño que le están haciendo a la audiencia estas tertulias de los sábados -todas son iguales- es terrible. En todas ellas hay un representante de Podemos, con lo que le están dando alas a estos ilusos, demagogos y simples que conducirán a este país al abismo. Y, si no, al tiempo.