Los niños comenzaron ayer las vacaciones y, por arte de magia de la Navidad, se convierten en los pajes de Papá Noel o de los Reyes Magos, según prefiera el lector -o las dos visitas, si así lo permiten las arcas de Belén-. Hogar, dulce hogar, dirán algunos, mientras otros padres recordarán aquello de qué tiempo tan feliz... Hay para todos los gustos.

o cierto es que con la llegada de estas fiestas parece que llega el día de la solidaridad. En febrero, marzo y junio puedes hacer lo que quieras... pero en diciembre, cuando se aproximan los días 24 y 25, toca ser solidario. Por lo menos, algo es algo, pensarán algunos. Eso sí, luego viene el 31 de diciembre y a beber las penas. Pero ¡qué menos si hay Día Internacional del Medio Ambiente, y día internacional de... también está toca ser solidario! aunque solo sea por un día.

Para ir haciendo boca y sumergirnos en ese espíritu de la Navidad afrontamos la cercanía del día de la lotería; toca soñar. ¿Qué haría si le toca el premio gordo? ¡Qué bonito es soñar! Al menos hasta que los niños de San Ildefonso terminen con su canturreo de miles de euros. En las casi cuatro horas que dura el sorteo somos capaces de vernos en un crucero, o inmersos en las obras de la cocina, cambio de coche o una sorpresa para la familia. Tal vez un viaje. uego, cuando solo queda consolarse con la pedrea o el reintegro, vuelta a la cruda realidad. Pero, hasta ese día, vivimos en el país de la ilusión, al menos cuatro horas.

Otros, sin embargo, jugarán su particular lotería en mayo, si bien los tiempos que corren no son precisamente prósperos para la clase política. Hoy en día, solo por entrar en ella, parece que ya ganan el título de "presuntos". Y es que méritos más que suficientes han hecho algunos que un día formaron, y forman, parte de esta estirpe.

Año nuevo, vida nueva... dice el refranero, que bien se podría aplicar a partir de mayo, cuando otra "lotería" depare el devenir de los próximos cuatro años. Visto lo visto, poco premio gordo parece que se va a repartir... El mayo próximo deparará pocas mayorías absolutas y muchas pedreas, entendiendo como tal pactos a dos o tres bandas, al menos, para intentar dar estabilidad a las diferentes administraciones. A ver si entonces algunos recuerdan que todo el año debe ser día del vecino.

* Coordinador de redacción de E DÍA