Yeray Delgado (Santa Cruz de Tenerife 1999) soñaba en grande como hacen tantos otros futbolistas precoces. Tan convencido estaba de sus opciones que, desde niño, retó a su padre. "No me gustaba que fumara y le plantee la apuesta: si algún día yo llegaba a la selección, él debía dejar de fumar". Yeray está hoy en Madrid, en la convocatoria de la selección española sub''16. "Ahora le toca cumplir a él su parte".

Estamos ante otro de los grandes valores futbolísticos de la cantera del norte de la Isla, en concreto de ese vivero de jugadores que es el Longuera Toscal, club al que llegó Yeray en categoría Benjamín, antes de formar parte, durante dos temporadas del Puerto Cruz. En el equipo de El Peñón militó hasta alevines.

Allí, en el mismo escenario en el que crecieron Mario -ahora en las filas del Real Zaragoza-, o Romen, que milita en las inferiores del Atlético de Madrid, estuvo hasta que tuvo que tomar la decisión de su vida. Fue su segunda apuesta. Le llamó el Tenerife, pero no quiso vestir de blanquiazul. "Le di prioridad a mis estudios y preferí quedarme en el Longuera", pero no tardó en aceptar la oferta de la Unión Deportiva Las Palmas, donde ha sido objeto de un seguimiento por parte de los técnicos de la Federación Española, en su participación reciente con la selección canaria. Desde ahí ha dado el salto al combinado nacional sub''16.

El director de filiales del club amarillo, Tonono, no pasó por alto la visión de juego y la creatividad de este mediocentro que presenta credenciales de futuro.