Confirmado: el sector I + D español sigue en crisis. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ratificó ayer que este país ha perdido 11.429 lumbreras entre los años 2010 y 2013. Lo que no ha trascendido a la opinión pública es cuántos caraduras han salido a flote en un ciclo que sitúa a Canarias en el pódium de las comunidades que menos inversión dedicaron a la investigación y desarrollo. Eso sí, los inventores de la T.I.A. continúan proporcionando esperpénticas réplicas del padre Apeles o Dionisio Rodríguez Martín, "El Dioni", metamorfoseadas ahora en personajes como el "little" Nicolás o Luis Bárcenas. Comienza el "show". El círculo más próximo al extesorero del PP no para de reventar cochinitos de barro a ver si entre tanta moneda y billete consigue juntar los 200.000 euros que ha fijado la sección cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional con la condición de que este buen hombre se pase a firmar por el juzgado los lunes, miércoles y viernes.

Agarren un chubasquero porque en cualquier momento alguien presionará la tecla del ventilador -solo es necesario un talón lo suficientemente sabroso como para airear el estiércol con ciertas garantías- para calentar las tertulias televisivas. Nicolás, por ejemplo, ya ha avisado de que quiere tener su propio partido político.

Mientras por los desagües de esta nación se pierden toneladas de materia gris, en las mismas cloacas revuelcan sus "hazañas" tipos que han sido señalados por la justicia y que están a la espera de sentencia o en plena instrucción de unas diligencias que se retransmiten "online" en un pulso que ya no tiene tanto que ver con quién informa primero, sino quién se atreve a cruzar una línea que hasta hace poco parecía infranqueable. El agua, pues, no es el único elemento de este planeta que tiene su ciclo propio. La inmigración, en este caso la alta inmigración, y el choriceo se repiten ciclícamente en un escenario del horror en el que los alumnos acuden a las aulas sin desayunar o se alimentan clandestinamente en los pasillos de un supermercado. Poco importa cuánto cobra Cristiano Ronaldo, Messi o Torres cuando lees que hay menudos que tienen que hacer hasta 10 kilómetros de lunes a viernes para poder estudiar. A estos les están quitando las ganas de aprender.