l Consejo Rector de la Televisión Canaria anunció el pasado viernes los cambios en la dirección de la tele y la radio públicas. Por primera vez en la historia del nte, los nombramientos no responden a la imposición o reparto de los partidos, ni se producen porque al director de turno le sale del occipucio colocar a un lacayo, sino que son fruto del acuerdo unánime del Consejo. Supongo que debe haber sido muy difícil poner de acuerdo a cinco personas con intereses e ideologías tan diferentes como las que integran el Consejo para lograr una unanimidad única en la historia del nte, pero Santi Negrín lo ha logrado. La fórmula para la unanimidad es a veces muy sencilla: se trata de no ceder a las presiones y huir de los compromisos, apostando por la profesionalidad y la despolitización, que es lo que se comprometió a hacer cuando juró su cargo hace dos semanas. l Consejo ha limpiado la tele de comisarios políticos. Ha sustituido a un secretario de Organización de Coalición Canaria en Gran Canaria, un señor que se ocupaba de la producción, y a una asesora del PSO que llevaba teóricamente la dirección de antena. Ha prescindido del incombustible Daswani, ocho años continuados al frente de esos informativos que parecían un cruce entre un programa de sucesos y la vida y milagros de San Paulino. Y ha colocado a profesionales reconocidos -muchos de ellos ascendidos por promoción interna de entre gente de la propia casa- en los cargos que ahora ocupaban políticos. Y por último, quizá lo más importante, ha cesado a Lourdes Reyes, responsable financiera del nte desde la noche de los tiempos, colaboradora necesaria de los estropicios y las contrataciones irregulares de Willy García, ese personaje subido a la parra que en ocho años de gestión convirtió la tele en un cortijo personal, desde la que se pagaban con dinero público favores y traiciones a tanto la entrevista. La historia de Willy no ha acabado, sigue en los tribunales y sin duda volverá a los papeles en los próximos tiempos. Pero lo importante ahora es que la historia de Willy no sea ya la de la tele de todos los canarios.

Las decisiones del Consejo no han gustado demasiado a los partidos políticos. l PP no parece contento con los nombramientos, a Coalición no le han gustado los ceses de Rubén Fontes y Daswani, y en el PSO censuran el de Claudia Monzón. Pero el Consejo, integrado por profesionales ajenos al mundo de la política, ha hecho lo que debía hacer: romper amarras con el pasado, despolitizar la gestión, abrir la puerta al verdadero periodismo y destituir a una de las responsables de que la tele canaria sea carne de tribunales.