Isabel Alonso González ha decidido colgar las botas con la dudosa vitola de ser, tal vez, la federada de mayor edad en todas las categorías del fútbol tinerfeño, aunque ella es reticente a decir su edad. Isabel ha repartido su vida entre dos uniformes, el futbolístico del Hidalgo, equipo de la Preferente femenina, y el de la Policía Municipal de La Laguna, con cuyo desempeño se gana la vida y se granjea la amistad de los ciudadanos punteros, sus paisanos.

En el terreno de juego nunca se mezcló su condición de jugadora con la de agente del orden. "Hace varios años hubo una circunstancia en el campo de La Punta, pero nunca he tenido problemas por mi trabajo. Hay que separar las cosas".

Isabel se retiró el pasado sábado, con la enorme alegría del ascenso de su Hidalgo a Segunda División (ganaron 0-2 al Charco del Pino B). Ella ya había tenido su homenaje una semana antes, para celebrar sus once temporadas, "todas en el Hidalgo, aunque antes practiqué fútbol sala. Me da pena dejarlo. He disfrutado muchísimo. He compartido un montón de cosas con mis compañeras. Para mí, este equipo ha sido una familia". Isabel deja, además, los terrenos de juego en pleno auge del fútbol femenino tinerfeño. "Sería grandioso que el Granadilla ascendiera, porque ese éxito motivará a las más pequeñas", reconoce.

Isabel no piensa alejarse de su equipo, "seguiré haciendo otra cosa en el club, pero sin desvincularme".