El movimiento de guaguas y personas, sobre todo de niños, hacía presagiar que la de ayer no era una mañana cualquiera en el entorno de la explanada de la avenida Marítima de Santa Cruz, ganada en superficie sobre el túnel de la Vía Litoral. Y así fue. Desde las nueve hasta las tres de la tarde, unos 400 alumnos del colegio francés Jules Verne, con edades entre 5 y 18 años, mostraron su cara más solidaria en el evento deportivo "El Liceo alimenta", organizado por el centro -con el docente Julien Harmand a la cabeza-, para recoger comida destinada a los más necesitados en colaboración con el Banco de Alimentos. Profesores y alumnos colocaron las vallas del perímetro donde se desarrolló luego una carrera de 500 metros; mejor dicho, varias, según categorías y edades. Al término de la competición, los chicos recogieron los alimentos equivalentes al número de vueltas dadas al circuito y los entregaron en el quiosco habilitado en la zona.

Diez profesores, veinte padres y quince alumnos de Bachiller garantizaron el éxito de la jornada. Ayer, en el entorno de la plaza de España, la solidaridad tuvo acento francés.