Tenerife no solo se ha convertido en un plató para grandes producciones cinematográficas. También es uno de los destinos turísticos más pujantes que atrae a invitados ilustres. Entre ellos, otras estrellas, las del firmamento futbolístico. Algunos, como el brasileño del FC Barcelona Dani Alves, prefieren pasar inadvertidos y perderse del mundanal ruido. Y para eso eligió la isla este pasado fin de semana.

La estrella barcelonista, quizás aconsejado por su compañero Pedrito, disfrutó el domingo de la Perla del Atlántico. Tan pronto conoció la arquitectura de Santiago Calatrava en el Auditorio como se coló en las entrañas de la costa de Anaga disfrutando de los encantos de la playa de Benijo.

El defensa vestía de corto, como en él es habitual por su trabajo. Pero por esta vez, de corto turista, no de futbolista, que es como mejor se disfruta en el verano de una tierra, la blanquiazul de sentimiento, que aún recuerda los dos títulos que les quitó a los blancos para dárselos a los azulgranas.

Falta comprobar si Alves llegará todavía más alto: ¿subirá al Teide?