Paloma Lázaro y Tibi, jugadoras de la primera plantilla del Granadilla Egatesa, de la Primera División femenina, han empezado a hacer carrera como entrenadoras. Paloma, centrocampista, lo hace en el prebenjamín B, de la EMF Médano, de Preferente. Tibi, defensa, enseña a los niños del prebenjamín C del mismo club, de segunda.

Paloma trae la vocación de su experiencia en Madrid. "Mi primer equipo fue el Rivas, en Vallecas, con un benjamín C. Ahí, también dirigí a un infantil femenino". La atacante, que lleva una gran temporada a las órdenes de Toni Ayala, tiene vocación. "Siempre me ha resultado bonito entrenar a niños, y poder enseñar. Hace 4 años me saqué el primer nivel, y fue ahí, en Vallecas, donde con el Rivas comencé a entrenar", tanto que piensa en tomarse más en serio esta actividad en el futuro. "Me apasiona. Me encantaría entrenar a los niños de 8 a 15, porque lo paso muy bien con ellos, con sus padres, y aprendo". Paloma cree que sus pupilos no son conscientes de la categoría de su entrenadora. "Tal vez creo que, por su edad, no sean conscientes de los que significa para su isla tener un equipo en primera división. Para los padres, un orgullo. Muchos de ellos, están cada domingo en la grada animándonos", concluye.