Los comentarios en internet lo destacan como uno de los grandes atractivos para visitar Santa Cruz, mientras el vecino pasa cada día por delante sin prestarle demasiada atención. Pero el mundo virtual no le hace justicia al Jardín Vertical ubicado en la plaza de España, frente al mítico bar Atlántico e integrado en el proyecto diseñado por los arquitectos suizos Herzog y De Meuron cuya "estrella" es el cercano lago. Se trata del modelo de ornamentación patentado por el prestigioso botánico francés Patrick Blanc, cuyo criterio fue colocar 30 plantas por metro cuadrado hasta llegar a 12.000 elementos vegetales de una treintena de especies autóctonas que adornan los dos pabellones del entorno. Uno, completamente, el que alberga la Oficina de Turismo insular y un segundo, dedicado a la restauración, de forma parcial.

Un estilo de ornamentación muy llamativo estéticamente por su frondosidad, que aporta sensación de gran volumen al inmueble, y por la forma, pero también por su sencilla técnica. El Jardín Vertical se basa en los principios de la hidroponía o cultivo de las plantas en agua sin sustrato. Su montaje requiere tan solo la instalación de una estructura metálica sujeta a la fachada, donde se apoya un panel de PVC. Sobre éste una especie de fieltro o manta sintética e imputrescible, ideada por Blanc, resulta crucial para el funcionamiento de este método, que actúa de soporte para las plantas. El conjunto está totalmente impermeabilizado y es ligero. En paralelo, se incorporan unas tuberías de riego que aportan agua previamente fertilizada. Así se simple, pero al mismo tiempo vertical y, sobre todo, bello. Espectacularmente bello.