Con un Gobierno en funciones que anuncia que va a sacar a concurso miles de plazas de funcionarios, pero se niega a comparecer ante el Congreso; con Podemos en medio de un lío monumental, en el que hasta Pablo Iglesias se deja de fingimientos y saca su perfil más leninista; y con la prensa de ultraderecha advirtiéndole a Pedro Sánchez que Susana Díaz va a moverle la silla..., si yo fuera el mentado, no me movía de Madrid ni para acercarme hasta a Albacete. Muy seguro, pues, lo tiene que tener @SánchezCastejón cuando decide darse un voltio por Canarias.

Vino el hombre a reunirse con el presidente Clavijo, con vicePatricia y con los sindicatos y empresarios, al parecer a hablar con todos ellos, lo que es una novedad. Y como se han quejado en el entorno del Cabildo de Gran Canaria de que Sánchez no se reunía también con Antonio Morales, con quien el PSOE gobierna en coalición, junto a Podemos A y Podemos B, igual que en el Ayuntamiento de Las Palmas, pues al final el Sánchez ha sacado tiempo hasta para verle un rato. Ahora, ante el agravio diferencial que supone reunirse con un presidente de Cabildo y no con los siete, a ver cómo reacciona Carlos Alonso, que últimamente está muy pendiente de los asuntos de protocolo. Cierto es que con los otros seis presidentes Sánchez no gobierna en coalición, pero aquí también hay su excusa para el cabreo: a fin de cuentas, la coalición de Gobierno es -en todo caso- con Nueva Canarias y con Podemos, no con Antonio Morales. Además de enfadarse Carlos Alonso se le puede enfadar Román Rodríguez, por no sacar tiempo para tomarse siquiera unos rones con él. Y es que anda Sánchez tan deseado como novio con billete de Lotería de Navidad...

Por eso se reunió también para hablar con Fernando Clavijo, de su agenda canaria como presidenciable que es. Antes, cuando se reunían los de aquí con los de allí, hablaban sobre convenios, inversiones, empleo o lo que fuera. Ahora todo se resuelve metiéndolo en el saco de la Agenda Canaria, que es hoy la agenda que se sacan en todas las reuniones, aunque tenga apenas dos apartados: financiación y REF. Clavijo tiene su agenda separada por un marcador de plástico con cuatro agujeros, a un lado los asuntos de la financiación y a otro los del REF, en hojas de colores diferentes, para que ni se le mezclen ni se los mezclen. Y de eso ha ido esta reunión entre Sánchez y Clavijo, de que andan en la Hacienda nacional los funcionarios y el profesor Lafuente, del Instituto de Análisis Económico, empeñados en quitar el separador y meter la financiación y el REF en la misma carpeta a ver si les sale la factura a pagar aún por menos. El Gobierno envió ayer al Parlamento una comunicación para dejar claro que la financiación va por un lado y el REF por otro, y que confundirlos y mezclarlos -ocurre desde hace ocho años- nos cuesta una purriada de millones. Clavijo habló de ese asunto con Sánchez, y le vendió el mensaje, por si suena la flauta podemita y lo vemos -a Sánchez- algún día en La Moncloa.

Y digo yo que no estaría mal que se lo dijeran a Sánchez también los empresarios y los sindicatos. Comprendo que cada cual lleve a su reunión sus propias cuitas, pero vendría bien que las voces que escuche en Canarias (incluidas las que escuche en su propio partido) le digan más o menos lo mismo. Que esta región no puede superar la crisis y el subdesarrollo sin la financiación y los mecanismos del REF.