No es el mercado que quieren sus comerciantes -que ansían volver a la plaza del Adelantado-, pero, de un tiempo a esta parte, sí es un lugar un poco más atractivo. El responsable es un artista cuyo nombre ha sonado bastante en los últimos tiempos: Luigi Stinga, un italiano al que una beca Erasmus trajo a Tenerife, donde hoy se dedica a la pintura, la escultura y la decoración. Hortalizas, huertas, imágenes del trabajo en el agro local y otras escenas vinculadas con la naturaleza son algunas de las imágenes que ha representado sobre las verjas exteriores del mercadillo del agricultor y de la zona de bazares. Mientras tanto, el concejal del ramo, Zebenzuí González, señala que el resultado ha sido muy positivo y que se ha buscado una mejora estética de esta instalación, hoy mejorada por la brocha de Stinga.